El Papa y un contundente mensaje
Francisco dejó bien claro que "no hay lugar en la iglesia para quienes abusan de menores"
jueves 05 de febrero de 2015, 11:11h
El Papa instó a los obispos a garantizar la seguridad de los
menores en las parroquias, que deben ser "casas seguras" para las
familias, y les explicó que "no hay absolutamente lugar en el ministerio
para quienes abusan de los menores".
El contundente mensaje del pontífice fue difundido por
la Santa Sede y se trata de una carta enviada el pasado lunes a los presidentes
de las Conferencias Episcopales, a los superiores de Institutos de vida
consagrada y de las Sociedades de vida apostólica.
En la misiva, el papa recuerda el encuentro que tuvo el 7 de
julio del año pasado en el Vaticano con seis víctimas de abusos sexuales por
parte de miembros del clero donde les pidió "perdón" en nombre de la
Iglesia.
"Me sentí conmovido e impresionado por la intensidad de
su sufrimiento y la firmeza de su fe. Esto confirmó una vez más mi convicción
de que se debe continuar haciendo todo lo posible para erradicar de la Iglesia
el flagelo del abuso sexual de menores y adultos vulnerables, y abrir un camino
de reconciliación y curación para quien ha sufrido abusos", manifestó
Jorge Bergoglio en su reciente carta que reproduce el sitio oficial de noticias
de la Santa Sede.
Explicó que "por estas razones" creó una comisión
(Coleggio) de siete obispos o cardenales para examinar rápidamente los recursos
de religiosos condenados por delitos graves, como la pederastia, al que
calificó como "un nuevo, válido y eficaz instrumento para ayudarme a
animar y promover el compromiso de toda la Iglesia".
Servirá "para poner en práctica las actuaciones
necesarias para garantizar la protección de los menores y adultos vulnerables, y
dar respuestas de justicia y misericordia", manifestó Jorge Bergoglio.
"Las familias deben saber que la Iglesia no escatima
esfuerzo alguno para proteger a sus hijos, y tienen el derecho de dirigirse a
ella con plena confianza, porque es una casa segura", añadió.
"Por tanto, no se podrá dar prioridad a ningún otro
tipo de consideración, de la naturaleza que sea, como, por ejemplo, el deseo de
evitar el escándalo, porque no hay absolutamente lugar en el ministerio para
los que abusan de los menores", escribió el papa.
"Corresponde al obispo diocesano y a los superiores
mayores la tarea de verificar que en las parroquias y en otras instituciones de
la Iglesia se garantice la seguridad de los menores y los adultos
vulnerables", apuntó.
Asimismo, llamó a las diócesis a establecer programas de
atención pastoral para las víctimas de pederastia, "que podrán contar con
la aportación de servicios psicológicos y espirituales".
Por estos motivos, Jorge Bergoglio solicitó la colaboración
"plena y atenta" con la Comisión para la tutela de los menores, que
se reunirá desde mañana y hasta el domingo.
Este órgano tiene "el fin de ofrecer propuestas e
iniciativas orientadas a mejorar las normas y los procedimientos para la
protección de todos los menores y adultos vulnerables".
Este ámbito es presidido por el cardenal estadounidense Sean
O'Malley y compuesta por diecisiete miembros, dos de ellos víctimas de abusos
en su niñez por parte de curas: la irlandesa Marie Collins y el inglés Peter
Saunders.