Como si ayudaran tanto...
Argentina, Brasil y Venezuela alimentan inquietud del FMI sobre Latinoamérica
miércoles 21 de enero de 2015, 22:35h
Los dos años consecutivos de recesión económica de Argentina
y Venezuela, y el crecimiento "anémico" de Brasil suponen los
principales motivos de inquietud para el Fondo Monetario Internacional (FMI)
con respecto a América Latina y el Caribe.
En su actualización del informe de "Perspectivas
Económicas Globales", el Fondo rebajó su pronóstico de crecimiento
regional al 1,3 % en 2015, nueve décimas menos que en octubre; e hizo lo mismo
respecto a 2016, al situarlo en el 2,3 % , cinco décimas menos.
"Hoy lo que se siente en gran parte de América Latina y
el Caribe es inquietud", dijo el director del Hemisferio Occidental del
FMI, Alejandro Werner, en una rueda de prensa en la sede del organismo, en
Washington.
Después de varios años en los que América Latina crecía por
encima de las economías avanzadas, las estimaciones para este año plantean que
el crecimiento regional sea la mitad del de los países más desarrollados.
Como factores de este frenazo, el organismo internacional
apuntó al descenso de "los precios de las materias primas debido al
debilitamiento inesperado de la demanda en varias de las principales economías,
entre ellas, China", y en especial el del petróleo.
El gran damnificado en la región es Venezuela, debido a su
extremada dependencia de las exportaciones petroleras, seguido por Argentina y
Brasil.
Para Venezuela, el Fondo empeoró sus previsiones hasta un
crecimiento negativo del 4 % en 2014 y del 7 % en 2015, y subrayó que
"cada disminución de 10 dólares en el precio del barril de crudo acarrea
un deterioro del orden del 3,5 % en el PIB", lo que "agudiza los
problemas fiscales y la recesión" en el país.
En este sentido, advirtió de las implicaciones para los
países del Caribe que forman parte del programa Petrocaribe, a través del cual
reciben petróleo venezolano subsidiado, dado que las crecientes tensiones en
Venezuela han provocado que su apoyo al plan "ha comenzado a reducirse".
Por lo que respecta a Argentina, y a pesar de la
"moderación" de las presiones cambiarias y de un "crecimiento
más vigoroso de lo previsto en 2014", Werner señaló que el país
"continúa haciendo frente a importantes desequilibrios
macroeconómicos".
De cara a este año, se prevé una caída de 1,3 % para la
economía argentina, que se sumaría al retroceso de 0,4 % el año pasado.
Finalmente, Brasil encadenará dos años de un crecimiento
calificado de "anémico", cifrado en el 0,1 % en 2014 y el 0,3 % en
2015.
Al respecto, Werner resaltó que "la confianza del
sector privado se ha mantenido obstinadamente débil incluso después de que se
disipara la incertidumbre relacionada con las elecciones", en las que fue
reelegida la presidenta brasileña Dilma Rousseff.
No obstante, consideró que "el renovado compromiso de
las autoridades de contener el déficit fiscal y reducir la inflación debería
ayudar a apuntalar la confianza en el marco de la política
macroeconómica".
Otros países exportadores de petróleo y gas, como Bolivia y
Ecuador, también verán afectadas sus perspectivas de crecimiento, según el
Fondo, pero cuentan con posiciones fiscales iniciales "lo suficientemente
sólidas como para hacer frente al impacto".
En el resto de Sudamérica, las perspectivas son más favorables.
Se prevé que Colombia crezca un 3,8 % en 2015, Perú un 4 % y Chile un 2,8 %.
Por su parte, México y América Central encaran un panorama
algo más optimista, aupadas por la consolidación de la recuperación en Estados
Unidos.
Para México, el Fondo ve un crecimiento del 3,2 % este año,
desde un 2,1 % en 2014, aunque supone tres décimas menos que en octubre.
Werner indicó que la economía mexicana sigue siendo
"sólida", con políticas macroeconómicas estables, y achacó esta leve
revisión a la baja a una "sobreestimación" del peso del sector
exportador y la "incertidumbre" creada entorno a las reformas de
sectores clave como el energético o el fiscal.
Del mismo modo, las economías de América Central y el Caribe
crecerán, de acuerdo a las últimas previsiones del Fondo, una media del 2 % las
dependientes del turismo y un 2,9 % las más basadas en las materias primas.