Más de 200 mil personas visitaron el santuario del Gauchito Gil en Corrientes
jueves 08 de enero de 2015, 15:52h
Ni la lluvia pudo parar su fervor
Más de 200.000 peregrinos provenientes de todo el país
visitaron hasta este mediodía el santuario del Gauchito Gil en Mercedes,
provincia de Corrientes, bajo una incesante lluvia que aplacó el calor y con
una caravana de vehículos que alcanzó los 20 kilómetros de extensión tanto
hacia el norte como hacia el sur.
La larga fila provocó contratiempos en el tránsito vehicular
y peatonal en el predio ubicado en la ruta 123, a unos 250 kilómetros de la
capital provincial, y la espera era de hasta cuatro horas de cola para llegar
al altar donde es venerada la imagen popular.
Pese a la enorme concentración de peregrinos, no se
registraron accidentes "ni hechos de inseguridad", destacó en diálogo
con Télam el jefe del operativo, el comisario General Ricardo Barboza.
"No tuvimos que lamentar accidentes ni hechos de
inseguridad, más que los acostumbrados a este tipo de concentraciones de
personas", señaló Barboza, quien destacó que "superamos la etapa crítica", que
se extendió desde la medianoche hasta el mediodía de hoy.
Según especificó el director de la Unidad Regional de la
policía en esa zona, el comisario mayor Fidel Romero, la afluencia de
peregrinos había superado para el mediodía las 200.000 personas.
La mayoría de los devotos, llegada desde diversos puntos del
país, participó desde el miércoles de la vigilia que se realizó hasta las 0 de
hoy, cuando un show de fuegos artificiales y de bombas de estruendo que se
extendió por 45 minutos dio inicio a la conmemoración del fallecimiento del
gaucho milagroso.
En la liturgia, hoy a las 6 el párroco de la iglesia de
Nuestra Señora de las Mercedes celebró la tradicional misa en honor al Gauchito
Gil, desde donde partió la peregrinación de fieles a pie y a caballo que a lo
largo de 8 kilómetros recorren la ciudad hasta el santuario.
Mientras tanto, como a lo largo de la jornada, los
visitantes pasaban en grupos de 30 y con sus ofrendas a mano, al altar donde
una cruz encabeza la tumba del Gauchito Gil.
Allí ya no se pueden prender velas, lo que sí fue posible a
pesar de las goteras interminables en el museo del santuario, conducido por la
Ramona Villalba.
Bajo una bata de "Látigo" Coggi y un buzo de arquero de Sergio
Goycochea, entre vestidos de novias e innumerables ofrendas, Villalba reconoció
a Télam que "cada vez más gente de todas las clases viene a adorar al Gaucho".
"De cada veinte personas que llegan a Mercedes como
turistas, en promedio solo una pregunta por los esteros del Iberá, las demás
vienen todas acá", señaló la mujer que en sus 50 años de vida, 30 los pasó en
el santuario de la ruta 123.
Allí el comercio ya forma parte del sincretismo que reúne al
santo pagano con la devoción popular y lo mezcla con la fe católica.
Adquirir ahí una imagen del correntino más conocido en el
mundo puede costar desde 15 pesos, hasta los 12.000 en los que fue valuada una
escultura de dos metros de altura, tallada en madera de espinillo.
Y así, un paquete de velas cuesta 10 pesos, una estampita
desde los 5 pesos, hasta remeras y vasos que orillan los 50 pesos en la mayoría
de los puestos de venta.
Una miscelánica diversidad de orígenes de los devotos le dio
un color heterogéneo a la celebración, con tonadas y expresiones de todas las
regiones unificadas por pedidos o agradecimientos al Gauchito Gil.
Empapado, con un anteojo ahumado comprado en la extensa
feria que rodea al santo pagano y un nudo en la garganta que le hacía temblar
la voz, Carlos Domínguez de Burzaco se emocionó hasta las lágrimas y se
congració: "Es la primera vez que vengo, y a agradecer por un negocio que me
salvó la vida".
"Llegamos a pesar de muchas trabas y con amigos a los que
también traje por primera vez con sus hijos, agradecidos de lo milagroso que
es", exclamó en voz alta en su charla con Télam.
Norma Beatriz Galiano es de Luján, ciudad de la provincia de
Buenos Aires desde donde llegó por enésima vez a Mercedes para agradecer. "Mis
tres nietas estuvieron graves y las oraciones al Gaucho las salvaron", dijo con
una emoción que la hacía derramar lágrimas.
"Por primera vez logré que me acompañe mi hijo, que también
vino a agradecer", dijo la mujer, que desde hace dos días está instalada en un
camping de la zona junto a los pasajeros del tour que los llevó a Corrientes
por un costo de 800 pesos.
Adentro del tinglado, Omar Gómez, un camionero de San Andrés
de Giles, se cortaba el pelo con una máquina. Los mechones que antes le
llegaban a los hombros se deshilachaban para quedar en el altar como
agradecimiento y prueba de la promesa cumplida por el favor recibido.
"Me devolvió la vida, así de simple. Porque tuve dos
infartos, en pleno laburo en la provincia de San Juan y hasta tuve un paro
cardíaco que me declararon muerto y acá estoy", aseguró el hombre de 55 años
mientras depositaba sus últimos cabellos en un enrejado.
El dispositivo de seguridad para la procesión operó con 250
efectivos policiales, equipados con 20 camionetas y automóviles y 35
motocicletas. Junto a la fuerza policial articuló acciones la Gendarmería, que
realizó controles desde el cruce de las rutas nacionales 12 y 123 hasta el
empalme con la ruta nacional 119.
La previsión sanitaria no registró casos fuera de lo
esperado. Así lo confirmó a Télam el jefe de Operativos Sanitarios del
ministerio de Salud Pública de la provincia, Eduardo Farizano, quien afirmó que
hasta el mediodía realizaron 900 atenciones.
"En dos puestos sanitarios, con tres consultorios móviles y
con dos ambulancias para traslados, trabajaron 45 personas que debieron atender
como casos prevalentes episodios de tensión arterial, glucemia y respiratorias
en los menores", dijo el funcionario a Télam.