Problemas para el titular del organismo
Denunciaron penalmente a Despouy por contratar "ñoquis" en la AGN
viernes 12 de diciembre de 2014, 14:38h
El titular de la Auditoria General de la Nación (AGN),
Leandro Despouy, fue denunciado penalmente por el nombramiento de dos empleados
de manera irregular, a los que además no se les conoce tareas.
Según se confirmó la denuncia contra Despouy fue formulada
dos semanas atrás por el abogado Diego Rugilo, en el marco de un expediente que
ya se tramita en el juzgado Federal de Sergio Torres.
En la denuncia, se advierte sobre el nombramiento por parte
de Despouy de dos empleados que trabajan en el organismo y que presuntamente no
cumplen con sus funciones.
Los empleados a los que se acusa de "ñoquis" son
el periodista Esteban Schmidt y el politólogo y escritor Franco Rinaldi, según
confirmaron a Télam fuentes de la causa.
El escrito presentado por Rugilo asegura que si bien Esteban
Amadeo Schmidt, quien es planta permanente la AGN desde hace años, "debe
cumplir en el organismo un trabajo tiempo completo como integrante del área de
prensa, se pasea por el mundo sin pedir licencia y escribiendo para diferentes
medios".
A su vez, siempre según la denuncia presentada, Schmidt
tiene una amistad de años con Franco Victorio Rinaldi Torres, a quien llevó a
trabajar a la AGN, primero como contratado y más tarde, en 2013, en la planta
permanente.
El mes pasado, Rinaldi publicó un libro dedicado a
Aerolíneas Argentinas, empresa del Estado que debería controlar de manera
imparcial, y a su actual conducción, a cargo de Mariano Recalde.
En el libro, Rinaldi publica material de "primera
mano" sobre la aerolínea de bandera, sin aclarar, ni en su biografía ni
dentro del libro, que trabaja en el organismo dedicado a controlarla.
Según indicaron semanas atrás trabajadores de la Auditoria
General de la Nación (AGN), el accionar de estos empleados contratados por
Despouy en la planta permanente del organismo viola varios incisos del artículo
2 de la Ley de Ética Pública.
Por ejemplo el 'C', que indica que los funcionarios del
Estado deben "velar en todos sus actos por los intereses del Estado,
orientados a la satisfacción del bienestar general, privilegiando de esa manera
el interés público sobre el particular".
Rinaldi, además -señalaron desde la AGN- ignora el inciso
"F" del citado artículo, que lo conmina a "abstenerse de
utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones para
realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su
uso en beneficio de intereses privados".