red.diariocritico.com
Expectativas

Expectativas

Por Enrique Szewach
lunes 20 de octubre de 2014, 12:43h
Cada semana que pasa confirma la idea que el gobierno ha decidido reemplazar la política económica por una ampliación  del control de los mercados.
 
Sin embargo, esta semana se le han agregado dos ingredientes a la receta.
 
El primero, el anuncio de emisión de deuda interna del Tesoro,  atada a la evolución del precio del dólar oficial, para darle algún instrumento vinculado al dólar, a la parte del mercado que los controladores, en un intento de fijar precios artificiales para el dólar ¨libre",  han obligado a desprenderse de sus activos dolarizados. Una especie de PNT (pesificamos pero no tanto).
 
El segundo ingrediente, ha sido la insistencia de algunos voceros cercanos al Gobierno, de que, "en enero se arregla el problema de la deuda con aquéllos que no entraron al canje, sean buitres o no" .
 
Una mezcla, entonces, de "garrote y expectativas", ante la ausencia de medidas concretas que pudieran revertir la tendencia de caída de la actividad y alta inflación que caracteriza el escenario argentino de estos meses.
 
¿Alcanza? Para revertir la tendencia, seguramente no, para frenar su profundización, solo por un ratito, en la medida que el escenario internacional no se deteriore mucho más.
 
Y esto es algo que no hay que olvidar.
 
Los elementos centrales del mundo que permitieron financiar estos años de populismo exacerbado, altos precios para la soja, un dólar débil y una región, (en particular Brasil), demandante, han desaparecido de la escena, con una intensidad aún no determinada.
 
Sin el conflicto por la deuda en default, esto sólo hubiera obligado a ajustes importantes en la política económica. Dichos ajustes, se tradujeron en la devaluación sin programa de enero, y en medidas financieras (colocación de deuda del Banco Central, para contrarestar la fenomenal emisión de pesos para financiar al tesoro -emisión que creció unas ocho veces en cuatro años-). En  aumentos de gasto público en pesos, con escaso poder reactivador, dado que lo que faltan son dólares para producir, y precisamente, racionar e incrementar la deuda con importadores, y otras medidas cambiarias, para administrar la caída de las reservas sin tener que devaluar.
 
El ajuste fue inevitable, aunque de una profundidad exagerada por las propias medidas, o su ausencia.
 
Ahora, se intenta  frenar el deterioro creciente, como se dijo, con más intervención y controles y diseminando la idea que, pese a todo lo que se dijo e hizo para no solucionar el conflicto con los tenedores de bonos que no entraron al canje, en enero, en cuanto venza la famosa cláusula RUFO, se arregla todo, y nos endeudamos para reactivar la economía, y tener el final de fiesta que la década ganada merece.
 
Pero para enero falta muy poco o una eternidad.
 
Trabar cada vez más los mercados para que no reflejen los verdaderos precios de nada y, a la vez, emitir pesos para financiar el déficit y retirarlos luego colocando deuda, es un juego cada vez más peligroso y desafiará la estabilidad macro de los próximos meses.
 
Pero, economista al fin, supongamos que el escenario internacional no se deteriora todavía más. Supongamos que el programa "garrote y expectativas" tira hasta enero, sin empeorar demasiado lo que ya está muy mal. Supongamos,  que el  reendeudamiento contra el desendeudamiento existe. Y supongamos, finalmente, que la Presidenta está dispuesta a aprobar su instrumentación. Nuevamente, ¿Alcanza?.
 
Temo que la cantidad de dólares que hacen falta, con este escenario internacional, aunque no empeore, para normalizar la economía argentina, definiendo como normalizar a una economía creciendo al 2/3 por ciento anual, no están disponibles en el mercado voluntario de crédito al gobierno.
 
Y esta es la clave.
 
Porque la economía argentina funcionó sin crédito al gobierno en estos años, por una combinación del mencionado escenario internacional favorable y oferta de crédito al sector privado, que financió junto al capital propio su actividad. Para restablecer esa franja de ingreso de capitales privado, necesaria para crecer, la porción garrote del programa debe ser reemplazada por la porción mercado. Los precios en los mercados tienen que ser verdaderos y no artificiales y las restricciones cuantitativas desaparecer.
 
Sin este programa, el endeudamiento público que se promete  puede frenar la caída, o evitar la implosión del modelo K. Difícilmente se pueda aspirar a mucho más.
 
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios
ventana.flyLoaderQueue = ventana.flyLoaderQueue || [] ventana.flyLoaderQueue.push(()=>{ flyLoader.ejecutar([ { // Zona flotante aguas afuera ID de zona: 4536, contenedor: document.getElementById('fly_106846_4536') } ]) })