Un tema que preocupa a todos
Magistrados cuestionan al juez Griesa y plantean estrategias en el conflicto
domingo 03 de agosto de 2014, 23:50h
Además juristas cuestionaron la sentencia del juez
estadounidense sobre la causa de los fondos buitres contra la Argentina, y
plantearon distintas opciones a favor del país. Zaffaroni habló de
"reformar la ley".
El juez de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni,
consideró que "habría que explorar la posibilidad de demandar a los fondos
buitre" debido a que "parece claro y hay pruebas de que no son
adquirentes originarios de bonos, sino que los compraron para interferir o
desbaratar negociaciones como medio extorsivo".
En declaraciones al diario Página12, señaló que no hubo
buena fe en la compra.
"Es una compra con propósito avieso, doloso,
malintencionado, inmoral" , dijo y agregó que "cualquier estudiante sabe
que la buena fe es el presupuesto jurídico de toda transacción".
El magistrado consideró el caso como un "escándalo
jurídico" y se mostró alarmado porque "hoy el poder arbitrario es
económico, y no hay instrumentos penales para contenerlo", al tiempo que
se refirió a la figura de Griesa que "parece ser un personaje omnipotente,
cuando en realidad es un juez casi municipal, que no es un juez federal
siquiera".
Zaffaroni consideró como "urgente" la necesidad de
"reformar la ley y declarar imprescriptible la administración fraudulenta
en perjuicio de los intereses nacionales en toda negociación internacional que
comprometa sustancialmente la economía nacional".
Por su parte, la presidenta de la Cámara Nacional de
Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal y titular de
Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori, señaló que la sentencia de
Griesa refleja "la ideología del neoliberalismo más crudo, al que no le
importa cómo se reparte la plata".
"Nuestro concepto de equidad está elaborado sobre la base
del reparto para todos, mientras que ellos se conforman con que el que pueda
explotar su situación económica, obtenga la mayor ventaja posible sin importar
el costo", señaló Garrigós de Rébori en declaraciones a Télam.
También indicó que "no se puede tratar a un Estado como a un
privado, porque un Estado tiene responsabilidades con sus ciudadanos, el
privado no", y agregó que "el derecho público no es igual que el derecho
privado, las reglas pueden ser más estrictas con los privados, pero en el
derecho público el objetivo no es para mí o para la gente que yo quiero
beneficiar. El objetivo en todo lo que es derecho público tiene que ser el bien
común".
La jueza indicó que el pago de la sentencia no puede
perjudicar derechos ganados por los argentinos, al señalar que "nuestros
gobernantes no pueden pagar la deuda a cualquier precio, porque el precio no
puede implicar retraso en esta base de derechos reconocidos a nuestros
habitantes, que son en los que se sostiene la dignidad del hombre".
"Hoy vamos camino a considerar como elemental a la
dignidad, a los derechos económicos, sociales y culturales, entre los cuales
están el derecho a la salud, a la vivienda, al trabajo, a la agrupación
sindical, al tránsito. Estos derechos no pueden ser compatibles con el `sálvese
quien pueda`, con el `obtengamos la mayor ganancia que podamos sin importar el
costo`", agregó.
En esa misma línea, el jurista Daniel Herrendorf señaló
incluso que Argentina podría recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), que depende de la OEA, para solicitar una medida cautelar
contra la sentencia del juez Thomas Griesa hasta que ese mismo organismo
determine si se violaron tratados internacionales.
Indicó que el argumento podría ser que si la Argentina "realizara
una masiva y drástica reasignación de recursos para atender el fallo de Griesa,
no podría satisfacer necesidades básicas de la población".
Además, planteó que la ejecución del fallo de Griesa
violaría la Carta de Derechos y Deberes Económicos de Naciones Unidas que
"obliga a los países desarrollados a conceder un trato preferencial
generalizado `sin reciprocidad y sin discriminación` a los países en
desarrollo. Y esa es una obligación jurídica precisa que Estados Unidos no
puede eludir".
"La Carta declara obligaciones internacionales
preexistentes derivadas del derecho internacional de los derechos humanos, que
se han violado en este caso. En el ámbito de la Comisión Internacional de
Derechos Humanos debería realizarse toda eventual negociación", concluye
sobre una posibilidad que podría iniciar cualquier argentino ante ese
organismo.