La presentación del Sistema Federal de Medición de
Audiencias hecha el jueves puso de manifiesto, por un lado, la necesidad de
mejorar la calidad de los índices para darles credibilidad y eficacia; y por
otro, la interminable, repetida y hasta asombrosa capacidad de los medios
concentrados para informar maliciosamente sobre lo que sucede.
El jueves a la tarde, durante un acto en el Museo del
Bicentenario, la Presidenta de la Nación presentó el Sistema Federal de
Medición de Audiencias, un observatorio dedicado a la ponderación y, como lo
dice su propio nombre, la medición del comportamiento de las audiencias en todo
el país.
El Sifema, esas son sus siglas, es un organismo no
gubernamental integrado por once universidades nacionales ubicadas en
diferentes puntos del territorio que tiene como tarea organizar un sistema de
medición de audiencias (rating) que produzca datos sobre la preferencias, los
gustos y los hábitos de consumo televisivo en todo el país y no sólo en la
Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense, como es hasta ahora.
Actualmente, la medición la realiza exclusivamente Ibope
Argentina, filial de una poderosa multinacional brasileña, que es la tercera
medidora de rating del mundo, aunque desde su misma llegada al país siempre sus
resultados estuvieron salpicados de polémicas y suspicacias, incluso por parte
de los canales líderes de la televisión nacional como Telefé y el Trece.
Tal como informara Télam el mismo día de la presentación, el
problema central de Ibope es lo escaso de la muestra con la que trabaja para
producir sus números, ya que mide el rating solo en 810 hogares, en su mayoría
de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Con esa pequeña muestra es que Ibope proyecta el rating para
todo el país sobre la base de un cálculo (también fuertemente cuestionado por
la TV Pública, América, el 9 y hasta el propio Marcelo Tinelli) de que un punto
de raiting obtenido de la medición capitalina, equivale a cerca de 100 mil televidentes.
Todos los números que diariamente circulan en los medios de
comunicación sobre el rating, el minuto a
minuto, el ganador mensual o anual, etc, se arman a partir de esa
metodología técnicamente tan cuestionable.
Además, como si esto fuera poco, los números que produce
Ibope sirven, ni más ni menos, para establecer la comercialización y el valor
de los segundos de publicidad y dar forma a lo que comúnmente se conoce como la
"torta publicitaria" de la televisión.
No es casual, entonces, que buena parte del negocio
televisivo y del mundo empresario y comercial que invierte sus millones en este
ámbito, viera con beneplácito la aparición de un sistema más transparente y
además más preciso en la información que brinda. En parte, eso explica la nutrida
presencia de la "industria" en el Museo del Bicentenario.
Repetimos este concepto: el Sifema es un organismo no
gubernamental, integrado por once universidades nacionales. La universidades en
argentina son entes autárquicos, es decir, que tienen autonomía administrativa
y funcional, y además deciden sobre su propio presupuesto.
Pues bien, el jueves pasado, mientras se lanzaba esta
ambiciosa propuesta, el canal Todo Noticias (TN) titulaba, "El raiting de
Cristina".
Hace rato que sabemos que muchos medios y periodistas han
decidido echar su prestigio y hasta su honra personal para convertirse en meros
operadores de la guerras políticas y comerciales de sus grupos controlantes.
Igual no deja de sorprender la torpeza, a veces.