Nuevo Ministerio de Cultura: Mujeres que son países

La creación del Ministerio de Cultura y la elección de Teresa Parodi como su titular son una evidencia de la búsqueda de integración federal, pero desde su base, desde su suelo más profundo. Parodi es una profunda conocedora de la mallá social y cultural más sólida y germinal y, sin dudas, buscará fortalecerla a través de políticas culturales que amplíen derechos.
 
La designación de Teresa Parodi como la primera mujer titular de Cultura, a cargo de un ministerio que nos hacía falta como el agua, es un mensaje muy claro del nuevo país que se está armando desde el subsuelo, recuperando derechos, soberanía, independencia, en tiempos de retornos coloniales.
 
Y también recuperar el país, que no termina en la General Paz, como muchos siguen creyendo. Es el país que debe mirarse a si mismo, integrar todos su espacios, reconocerse  territorialmente. Alguna vez, al recibir ambas un reconocimiento de la Escuela de Periodismo TEA, nos cruzamos hablando de nuestra procedencia, de Corrientes ella, y yo de Entre Ríos. Ahí nomás, una línea fronteriza interna, que más que separarnos nos acerca.
 
Teresa Parodi fue siempre una mujer valiente dadora de músicas y poesías, perseguida como todo cantor de los pueblos. Conoce provincia por provincia, pueblo por pueblo nuestro país, a veces tan desconocidos en Buenos Aires, donde los periódicos parecen escribirse sólo para esta Capital, que no ha dejado de mirar desdeñosamente un mundo que desconoce.
 
"Yo no soy dirigente política, soy una cantora del pueblo que se baja del escenario y se viene a trabajar acá porque conoce el territorio. Yo zurcí este país, lo conozco: me encanta decir esta palabra porque nunca zurcí una media, pero sí zurcí este país. Lo viajé, lo conozco palmo a palmo, de arriba abajo, hablé con la gente, los escuché, escuché su música, me emocionaron, me enseñaron. Yo vengo de un lugar interior, y me gusta esa palabra. A veces se usa la palabra "interior" peyorativamente, pero para mí tiene un gran significado ser del interior profundo de la Argentina. Si no aprendimos esto pensaré que la dirigencia política no aprendió nada, no representa al país que tiene. Digo: pensaría, desde mi lugar de artista, de mujer de trabajo, qué lástima que no aprendimos nada. Pero creo que esto va a continuar, y se va a profundizar, y va a dar sus frutos y respuestas que estamos esperando siempre en la cultura y la educación, que son fundantes. ¿Por qué no desaparecieron los pueblos originarios después de tanta masacre? Porque supieron conservar su cultura, traspasarla, oralmente, unos a otros. Eso demuestra que la batalla cultural hay que pelearla, porque define un país" dijo Parodi en una maravillosa entrevista con Página 12.
 
No han faltado los agoreros fabricadores de múltiples violencias, incluso como dice alguien de nuestro palo, que intentaron las más absurdas y decadente críticas. ¿Una mujer que canta en cultura? Nuevamente necesitamos pararnos las mujeres  junto a ella, nuevamente debemos desafiar la misoginia, la mediocridad. Una mujer que canta, como si todo ese camino que hizo Parodi no fuera la esencia de la cultura que debemos rescatar y descolonizar.
 
Teresa Parodi no canta, ni  vive, ni sueña para los colonizadores de conciencia y de vida. Canta de y para un pueblo, modula la poesía que nace en todo el territorio del país, pero que aquí no se escucha. Si no pensamos en el desprecio del folclore, que es el alma, la poesía que subyace y canta o juega o crece en la voz, en la pintura, en los socavones, en los pueblos perdidos.
Cada vez que uno se reencuentra con sus fuentes en Salta, en Jujuy, en Entre Ríos, en Corrientes, en  Misiones en el sur-sur -donde los cielos son miles de estrellas- o en cualquier lugar de Argentina, uno se  pregunta ¿porqué se pierden tantos argentinos su país, con tantas bellezas? ¿Por qué buscan tan lejos otras culturas, que no tienen esta gredas fantásticas?.
¿Por qué hay tantos intelectuales que quieren mantenerse en la Gran Aldea, que también ayuda a colonizar la Academia, cuando hay tantos renacimientos, tantas voces, tantos fuegos entre nosotros? Reclamo junto a Teresa, mientras celebro este momento tan especial, donde al mensaje de la cultura saldrá de nuestra propia voz, de nuestra entraña más creadora e imaginativa.
 
Sí. Imagino los maravillosos escultores y pintores del "interior" (el "interior" es la raíz, la savia, la vida), que deben exponer sus obras en los países fronterizos, porque la frontera de la General Paz se cierra para ellos. Y escritores y poetas y académicos cuyas voces no llegan nunca a la Capital, como si fueran de otras tierras. La  recuperación de nuestra identidad cultural es hoy por hoy la mayor arma de resistencia contra los colonialismos tardíos que quieren venir sobre nosotros. Y de eso sabe mucho una mujer que ha "zurcido" los pedazos de un país que debe integrarse ya. Los que no ven el país no pueden amarlo. Y Teresa Parodi, que lo ha visto, que ha mirado a los miles y miles de desterrados en su propia tierra sabe de que se trata el futuro que queremos.