viernes 09 de mayo de 2014, 16:55h
La dinámica del mundo, está escribiendo desde hace unos
años, un nuevo mapa internacional, que seguramente en su acomodamiento final,
dará como resultado un sistema de áreas de influencias y posicionamientos de
países hoy llamdos emergentes, mañana dominantes, que nos harán cambiar
nuestros conceptos sobre imperialismos, que manejamos desde la "etapa
superior del capitalismo", que a la vuelta de la historia, terminó con la
influencia totalizadora del sector financiero internacional, que secó los
mercados, marcó la geolpolítica, constituyó nuevos organismos multinacionales
de dominación y en un tránsito final constituyó un hegemonismo imperial
agobiante, que en su derrumbe , desde hace ya años, ha tocado las puertas de
los propios países llamados centrales.
No hay otra forma de leer la política que no sea desde la
política internacional ( Perón), lo demás es cabotaje, es decir los márgenes
que la realidad impone sobre las determinaciones estratégicas de un país que
debe anticipar las jugadas de quienes dominan el damero geolpolítico. Desde ese
lugar el análisis frívolo sobre acontecimientos que como un terremoto, están
sucediendo en el mundo, en nuestro país son escasamente informados y cuando
aparecen lo hacen desde un maniqueísmo de los años 50 del siglo pasado, como si
la guerra fría estuviese vigente.
No es así, apararecieron nuevos jugadores en la cancha,
nuevas situaciones se han instalado, el calentamiento global, el cuidado del
medio ambiente, la incorporación de miles de millones de personas incorporadas
al consumo, procesos de integración regionales como UNASUR y CELAC o
instrumentos de índole económica como el BRCS ( Brasil, Rusia, China y
Sudáfrica), MERCOSUR, la contra ofensiva del imperio la "Alianza del
Atlántico" intentando impedir el desarrollo de los procesos autonómicos,
en América Latina.
Se observará que la mayoría de los temas, poco tratados en
los medios que agitan cuando susceden matanzas de conflictos, que aparecen como
nacidos en un repollo, pero que responden a estrategias internacionales en una
pugna que tiene como protagonistas a EEUU, la Unión Europea, Israel y Japón
como jugadores "occidentales y cristianos", es decir una cultura
eurocéntrica e imperial que se fue desgajando en el tiempo, con los nuevso
actores como China, América Latina , India y el resucitar del imperio ruso.
Cuando leemos las supuestas "primaveras árabes", movilizaciones en
países confrontados con los bloques hegemónicos, ignorando las monarquías
complacientes con sus intereses como Dubai, Emiratos ärabes, Quatar, Arabia
Saudí entre otros, sabemos que algo se está jugando y no es precisamente desde
"lo democrático".
La mejor imagen de esto es Egipto cuyas movilizaciones desplazaron
la larga dictadura militar, se votó por primera vez en la historia del país
desde el fin del colonialismo, sin embargo al año el gobierno fue derrocado por
otro golpe, aplaudido por los mismos que habían estimulado la primavera, o sea
el voto "no respetó" las pautas económicas, sociales, de relaciones
internacionales por la cuales fueron estimuladas por haber sido ganadas por la
Hermandad Musulmana. Se puede o no coincidir con este sector mayoritario, pero
lo que indudablemente no puede ser que la democracia esté monitoreada por los
poderes internacionales. Lo mismo Libia donde desembarcaron mas de 5.000
mercenarios y 17.000 millones de dólares oara derrocar a un dificil Kadhafy. Lo
intentaron en Siria con miles de muertos presentados como masacres del régimen,
cuando los mercenarios fueron casi 15.000 armados con misiles y cobertura de
prensa internacional. Motivo, el petróleo en todos los casos, por pertenencia o
por presencia, esos países son obstáculo a planes estratégicos.
Como lo es Malvinas en los planes de EEUU, Inglaterra y la
OTAN en el Atlántico Sur, con proyección hacia la Antártida y el control de los
pasos de los estrechos de Magallanes y el Cabo de Hornos, de comunicación
bioceánica. Asi es el control del estrecho de Ormuz y los pasos del mar Negro
la Mediterraneo y la llegada del tráfico estratégico. Lo mismo sucede con el
Medio Oriente en cuanto a la disputa del conflicto palestino-israelí llama
encendida para garantizar la presencia gendarme de los intereses
norteamericanos y europeos, en el control del canal de Suez y los recursos
petroleros. Por eso Inglaterra garantiza la presencia colonial en Malvinas,
Isla Asención, Diego García entre otras del Atlántico Medio y su de Africa en
un intento consolodado hasta hoy de presencia militar en el control antártico y
bioceánico.
Esto se suma a las disputas de hoy de Ucrania donde EEUU y
Rusia "dirimen" supremacías, en confrontaciones de baja intensidad
por el control de Crimea auténtico interes ruso, aceptado pro EEUU porque
limita a las naciones europeas en su disputa con Inglaterra, la libra esterlina
y el dólar y porque rearma una bipolaridad que le permite a ambos , EEUU y
Rusia poner en juego las fichas al crecimiento Chino e Indio, desde una
posición de fuerzas. Como vemos en el juego de intereses todo lo que reluce no
es oro, y lo que parece indudable se vuelve poco certero. En ese juego entramos
todos los países del mundo, de ahí que no valorar la presencia internacional de
la Argentina hoy desde un punto de vista soberano, es desconocer al ABC de la
política.
Se puede o no estar de acuerdo con los movimeitnos
producidos, pero no se puede ignorar, que nuestro país "no está fuera del
mundo", ni es "el viento de cola", la explicación racional de
una política nacional , popular y latinoamericana, que desde Kirshner, Lula y
Chavez, puso de pié la región como los sueños de nuestros libertadores, desde
Artigas hasta Bolivar pasando por San Martín, ante un mundo siempre hostil con
nuestros pueblos y generosos con el saqueo de nuestros recursos naturales.
De ahí que la presencia colonial británica en malvinas
debería ser un hecho constante no sólo en el reclamo, sino en la necesaria
guerra diplomática y comercial que debemos proseguir para recuperar nuestro
territorio y garantizar la permanencia de la rpesencia argentina en Antártida,
la mas antigua, las mas pacífica y de aporte a la investigación y al desarrollo
de la humanidad, antes que la voracidad extractiva del capitalismo financiero
global que también viene por eso.
Jorge Rachid
CABA, 8 de mayo de 2014