Sindicalismo: la hora de los bifes
viernes 11 de abril de 2014, 17:32h
El sindicalismo opositor comienza a definir sus perfiles
para encolumnarse detrás de los candidatos presidenciales no kirchneristas. La
pelea por el liderazgo y el peso de "la caja".
Pocas veces asistimos en la Argentina a un paro en el que
desde sus consignas no se mencionaran a las patronales de los distintos
sectores que convocaron a la medida de fuerza: salvo en el sector sindical que
conduce el estatal Pablo Micheli, ninguno de los demás dirigentes gremiales que
encabezaron el paro pronunciaron alguna proclama en contra de los patrones o
empresarios del sector al que representan.
Si bien es
totalmente cierto que las organizaciones sindicales pueden convocar a una
huelga en contra de la política económica de un gobierno, no deja de llamar la
atención, en esta oportunidad, la coincidencia en el acompañamiento de sectores
empresarios, como la Mesa de Enlace, y del variopinto mosaico de corrientes
políticas que impulsaron la interrupción del transporte público y de cargas y
realizaron un conjunto de piquetes en los principales accesos a la Ciudad de
Buenos Aires para garantizar el supuesto impacto "nacional" de una
medida anunciada con apenas 15 días de antelación.
Así las cosas, es
importante destacar cuáles son las verdaderas intenciones del paro,
independientemente de las razones o consignas que fueron expresadas en las
conferencias de prensa que realizaron los distintos sectores que, dicho sea de
paso, decidieron movilizar únicamente a sus cúpulas dirigenciales.
En la actualidad, el Movimiento Obrero Organizado está
dividido en cinco (5) centrales sindicales: la CGT que conduce Antonio Caló,
reconocida oficialmente por contener dentro suyo a los sindicatos con mayor
número de afiliados; la CGT "Azopardo", que lidera el camionero Hugo
Moyano, en cuyo seno están los gremios vinculados al transporte; la CGT
"Azul y Blanca", conducida por el gastronómico Luis Barrionuevo e
integrada por sindicatos de menor porte; y las dos CTA, divididas luego de la
escandalosa elección interna de 2010 que Pablo Micheli pretendió adjudicarse y
que el docente Hugo Yasky desconoció por fraudulenta.
Este panorama de
dispersión, contradictorio de la tradición obrera argentina que en líneas
generales jamás admitió la existencia de más de dos centrales, se completa con
la existencia de un sexto sector, agrupado en el Frente de Izquierda y los
Trabajadores (FIT), que si bien forma parte de al menos tres de las
confederaciones obreras ya citadas, actúa como "líbero", desacatando
los mandatos de las mayorías a las que acusa de "burocráticas" pero
actuando como fuerza de choque cada vez que se necesita garantizar el bloqueo
de las principales arterias en los grandes centros urbanos.
En este contexto
de semejante división, es esperable que en los albores de una campaña electoral
en la que ninguno de los posibles candidatos a Presidente perfora el techo del
30 por ciento en intención de voto, los muchachos se saquen los ojos entre sí
para vender su fuerza de trabajo electoral al mejor postor.
El lunes pasado, después de la última reunión que tuvieron
los principales organizadores del paro, este servidor habló con uno de los
dirigentes sindicales opositores que participó del almuerzo en la Gran Parrilla
del Plata.
La fuente, que lógicamente
puso como única condición de la charla un inflexible "apagá el
grabador", relató alguna de las conversaciones que se fueron dando en
medio de achuras, porciones de vacío y bifes de chorizo (la mejor carne de San
Telmo, eso sí).
"Acá lo que
se está discutiendo es la conducción de la CGT para los próximos cuatro años.
Luis (Barrionuevo) le disputa la conducción a Moyano y no va a parar hasta
doblegar al 'Negro' y conseguir lo que vino a buscar", sentencia nuestro
amigo y ejemplifica: "Es como dice Acuña (N. de la R: Carlos, diputado
provincial del Frente Renovador y secretario General del SOESGyPE), Luis tiene
ADN anti-K y nadie le puede marcar su pasado, en cambio Moyano acompañó gran
parte del gobierno y eso lo hace poco creíble".
Detallista el
hombre, nos cita una frase pronunciada en otra de las reuniones previas al paro
del jueves por uno de los integrantes de la mesa chica del moyanismo, Omar
Plaini: "Barrionuevo es mas verborrágico, es el Lanata del sindicalismo, y
eso garpa en el anti kirchnerismo duro", se lamentó el canillita,
inminente impulsor de la mesa sindical 'Scioli 2015'.
Para terminar de
pintarnos la interna del sindicalismo opositor, nuestra fuente concluye:
"Si te la ponés a pensar bien, fijate que Moyano va por la guita de las
obras sociales y en cambio Luis va por la gloria, porque no tiene nada que
perder. Quiere conducir la CGT con Massa de Presidente, y como tiene la venia
de Sergio no lo va a parar nadie".
Y buen. El mío a
punto, maestro. Por favor.