Cuando era el Cardenal Bergoglio
El Papa Francisco salvó a 80 mujeres explotadas sexualmente
viernes 28 de marzo de 2014, 20:13h
El Papa Francisco protegió y salvó cuando era el cardenal
Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires a al menos 80 mujeres víctimas de trata
con fines de explotación sexual, según cuenta el periodista argentino Armando
Rubén Puente en su libro 'La vida oculta de Bergoglio' (Libros Libres).
Se trata de
"la otra lista" de Bergoglio, tal y como se refiere a ella el autor
en su libro. "Logró hacer visible el problema de la prostitución, los
proxenetas y la trata de blancas. (...) La ayuda de Bergoglio fue decisiva,
porque escondió durante un tiempo en conventos o en pisos de personas de su
absoluta confianza a mujeres en peligro", relata en el libro el titular de
la ONG La Alameda, Gustavo Vera.
Puente explica a
Europa Press que si Bergoglio ayudó a estas mujeres es "por la dignidad de
la personas" porque es "el Papa de la dignidad de la persona",
un hombre que "escucha mucho para ayudar".
En este sentido,
precisa que Francisco, cuando estaba en Argentina, también ayudó a parejas del
mismo sexo que habían sido expulsadas de su parroquia. Según recuerda Puente,
Francisco llamaba al párroco y tras decirle que había mantenido una
conversación con la pareja, le pedía que no les cerrara las puertas, que no
podían ser expulsados.
En todo caso, según
precisa Puente, esto no significa que el Papa vaya a cambiar la doctrina porque
"la ley es la ley" pero se muestra convencido de que Francisco va a
seguir haciendo lo mismo que en Argentina: "comprender las situaciones
humanas" y "ponerse en la situación del otro".
Entre los temas que
aborda en 'La vida oculta de Bergoglio', también se recogen episodios de la
historia de Bergoglio como el referido a su 'destierro' a Córdoba algo que el
autor explica como "un problema de liderazgo en un momento dado de una
compañía muy zarandeada en todo el mundo por conflictos y, en Argentina, por la
crisis sociopolítica que vivía el país". Según añade Puente, Bergoglio es
un hombre de "una fuerte personalidad" que por sus "dotes de
liderazgo" despierta afecto y simpatía.
Sobre su papel para
salir del 'corralito', Puente explica que, aunque Bergoglio tiene "una
visión muy clara de que la jerarquía eclesiástica, los obispos y demás miembros
no tienen que tomar medidas políticas", ante la situación
"gravísima" económica y social que estaba viviendo Argentina, lo que
hizo fue "apoyar, alentar a diversos sectores político-económico-gremiales
para que tomaran una serie de acuerdos para poner fin a esa situación, para
ayudar a salir de esa crisis".
Asimismo, en el
libro, Puente aborda la relación del Pontífice con el matrimonio Kirchner
primero con el expresidente Néstor Kirchner y después con su mujer, la actual
presidenta Cristina Fernández. Según señala, Bergoglio piensa que la Iglesia
tiene que defender la justicia, a los pobres, a los desempleados, a los
perseguidos sociales y habló "muy fuerte" para denunciar la
corrupción y las injusticias sociales, y eso "molestó" al gobierno lo
que provocó unas tensiones que han durado 10 años.
En cualquier caso,
ahora, cuando la relación entre Cristina Fernández y el Papa parece haberse
acercado tras tres encuentros, el último hace una semana en el Vaticano, Puente
explica que el Papa está haciendo "unos esfuerzos muy grandes" para
que la situación económica argentina que está "deteriorándose" y la
"pérdida de prestigio" de la presidenta "no desemboque en una
especie de caos o conflicto" sino en una salida democrática.
Según añade Puente,
este esfuerzo también lo está haciendo Francisco con Venezuela aunque de forma
discreta y es lo que ha hecho siempre: invitar al diálogo, a escuchar al otro,
a la comprensión.
En cuanto a la
actuación de Bergoglio durante la etapa de la dictadura, el autor explica que
el entonces provincial de los jesuitas tuvo que afrontar una situación
"muy grave y delicada" en Argentina, con unos 10.000 guerrilleros de
varios grupos, con una parte de la juventud argentina "encandilada"
por la guerra revolucionaria. Bergoglio, según remarca Puente, "es un
hombre que odia la violencia, el asesinato, el crimen" y por ello, trató
de salvar a gente que era perseguida. Concretamente, salvó a un centenar de
personas a las que protegió, escondió o ayudó a viajar a Europa.
A juicio de Armando
Puente, cabe esperar "muchos e importantes cambios" en la reforma de
la Iglesia en el sentido de volver a una Iglesia no dirigida desde Roma,
horizontal en lugar de vertical. Esto lo demuestran, según indica Puente, las
palabras del Papa Francisco: "Lo único que ha pasado este año es que me
han cambiado de puesto, yo era obispo en Buenos Aires y ahora soy obispo de
Roma".