Pidió disculpas a la sociedad
El nuevo jefe de la policía de Córdoba afirmó que le da "vergüenza" lo ocurrido con los saqueos
lunes 16 de diciembre de 2013, 18:32h
El nuevo jefe de la Policía cordobesa, Julio César Suárez,
reconoció hoy que lo sucedido entre el 3 y el 4 del corriente, cuando la fuerza
provincial se acuarteló, es doloroso y da vergüenza, razón por la que pidió
disculpas a la sociedad.
"Pedimos disculpas y nos sentimos avergonzados",
manifestó a la prensa el comisario, que agregó: "la sociedad está enojada
con la Policía y tenemos que hacer autocrítica. Si no, no vamos a poder
arrancar. Queremos pedir disculpas a la sociedad por lo que pasó".
En el mismo sentido, Suárez manifestó: "estamos para
garantizar la tranquilidad, sabemos que somos servidores públicos", tras
lo cual agregó que, al asumir, encontró "gente con ganas de trabajar y
cambiar la historia, para volver a ser una Policía confiable y una de las
mejores del país".
"No puede volver a repetirse este problema",
enfatizó el comisario, que añadió: "el próximo 20 del corriente no
ocurrirá nada, estaremos en la calle y aseguraremos la tranquilidad de la
ciudadanía".
Por otra parte, Suárez expresó que seguirán trabajando y
"colaborando con la Justicia" Federal para que se esclarezca la causa
en la que se investigan presuntos vínculos de altos jefes policiales con una
red de narcotraficantes.
"Si estos policías son considerados culpables tendrán
que ir a la cárcel, pero, si no es así, tendrán que volver a trabajar. Y vamos
a confiar ciegamente en la Justicia, porque necesitamos que se expida en algún
momento para estar tranquilos", dijo el oficial.
Durante los últimos meses, como consecuencia de la
investigación en marcha y por supuestas vinculaciones con el narcotráfico,
fueron detenidos ochos altos jefes; entre ellos el extitular de Drogas
Peligrosas, el comisario Rafael Sosa; el comisario Alberto Saine; el oficial
Franco Argüello, y los suboficiales Fabián Peralta Dátoli y Mario Osorio.
Por su parte, el acuartelamiento concretado por la Policía
entre el 3 y el 4 del corriente generó que, durante esos días, hubiera robos y
saqueos, que afectaron a más de 1.000 comercios en la capital cordobesa,
aprovechando la falta de seguridad.
Los hechos de violencia, ocurridos en numerosos puntos de la
capital cordobesa, dejaron el saldo de un muerto y de más de un centenar de
heridos a raíz de los enfrentamientos entre los saqueadores y vecinos y dueños
de negocios que trataban de impedirlo.
Tras el acuartelamiento y los saqueos, el gobernador, José
Manuel De la Sota, renovó buena parte de su gabinete, lo que incluyó la puesto
en funciones a la nueva cúpula policial, ocasión en la que designó como jefe de
la fuerza de seguridad a Suárez, en reemplazo del renunciante César Almada.