Cuatro a cadena perpetua
Más de 30 condenados por delitos de lesa humanidad en la Megacausa de Tucumán
viernes 13 de diciembre de 2013, 23:53h
El Tribunal Oral Federal (TOF) condenó a 37 de los 41
imputados que fueron juzgados por delitos de lesa humanidad en la denominada
megacausa "Jefatura II-Arsenales II", y dispuso que cuatro de ellos
cumplan prisión perpetua, absolviendo a los cuatros restantes.
El fallo, dado a conocer esta tarde, fue cuestionado por
familiares de las víctimas y representantes de los derechos humanos que
esperaban condenas mayores para los imputados que estaban acusados de cometer
delitos de lesa humanidad contra 215 víctimas.
De los 41 imputados, fueron condenados a prisión perpetua
los policías Luis Armando de Cándido, Ricardo Oscar Sánchez y Roberto Heriberto
Albornoz y el militar Luis Orlando Varela.
Entre los absueltos por el Tribunal figuran el sacerdote
José Eloy Mijalchiyk y el escribano Juan Carlos Benedicto, dos de los cuatro
civiles que formaron parte del histórico proceso.
Los otros dos absueltos son el gendarme Celso Alberto
Barraza y el militar Luis Daniel de Urquiza, quienes recuperarán la libertad de
inmediato, según lo dispuesto por el tribunal.
El resto de los imputados recibió castigos que van de los 20
años de prisión hasta 2 dos años, pena que fue le aplicada a la ex policía
María Elena Guerra.
La Fiscalía había solicitado prisión perpetua para 33 de los
acusados, en tanto requirió penas de entre 4 y 25 años para los ocho restantes.
Defensores de las víctimas adelantaron que apelarán la
sentencia en algunos puntales.
"Vamos a trabajar desde la casación en los casos de
altos rangos de Gendarmería que formaron parte de Inteligencia del proceso y no
tienen prisión perpetua", le dijo a Télam Laura Figueroa, querellante y
representante de Familiares de Desaparecidos de Tucumán (Fadetuc).
La abogada, que representó a la mayoría de las víctimas de
este juicio, también rechazó la absolución del sacerdote Mijalchiyk.
"Muchas de las personas que estuvieron detenidas en el
ex Arsenal fueron interrogadas por este sacerdote, quien estuvo de acuerdo que
ellos fueran golpeados y torturados", sostuvo Figueroa.
"Lamentablemente el tribunal sólo escuchó al cómplice
militar Osvaldo Humberto Pérez, por eso está absuelto Mijalchiyk", agregó.
También hubo quejas del lado de los imputados condenados ya
que Julieta Jorrat, defensora de Hugo Figueroa, condenado a 16 años de cárcel,
aseguró que no está de acuerdo con la condena.
"El tribunal no tuvo el tiempo necesario para ver las
pruebas que presentamos, ya que había un legajo totalmente adulterado, al que
le faltaban fojas", indicó.
"Presentamos la prueba en el que estaba intacto y ni
siquiera se la tuvo en cuenta. Eso habla de que sólo se condena para satisfacer
al poder político", señaló Jorrat.
Las diferencias alcanzaron incluso a los integrantes del
TOF, Carlos Enrique Ignacio Jiménez Montilla, Gabriel Eduardo Casas, Juan Carlos
Reynaga (subrogante) y Hugo Cataldi (sustituto), ya que sólo algunas condenas
se realizó en forma unánime.
En la mayoría de los casos, se resolvió con el voto en
disidencia de Reynaga, quien estaba a favor de la prisión perpetua para
numerosos condenados y pidió que tanto Mijalchiyk como Benedicto sean enviados
a prisión.
Reynaga pidió 10 años de detención para Mijalchiyk y 15 para
Benedicto, al consideralos autores materiales del delito de asociación ilícita.
También consideró que los civiles fueron partícipes
secundarios de los delitos de prisión ilegitima de la libertad con apremios, en
el caso del sacerdote, y triple homicidio agravado, en el caso del escribano.
La megcausa fue el primer proceso oral por delitos de
lesa humanidad que logró sentar a 44
sospechosos en el banquillo, aunque tres de
ellos fueron separados al inicio del debate por cuestiones de salud.
El proceso se desarrollo durante 13 meses, lapso en el cual
desinflaron más de 400 testigos que dieron sus testimonios y permitieron
recopilar parte de la historia en la se cometieron crímenes de lesa humanidad
contra 215 víctimas.
Los testigos, además, recorrieron 10 centros clandestinos de
detención que funcionaron en aquella época, donde muchos de ellos estuvieron
presos y sometidos a vejaciones y torturas.