Se trata de Hernán
Pérez Orsi
La justicia rusa acusa por "piratería" al otro argentino detenido en Murmansk
jueves 03 de octubre de 2013, 23:23h
Hernán Pérez Orsi, el otro activista argentino de Greenpeace
detenido en Rusia tras la protesta contra la extracción de petróleo en el Mar
Ártico, fue acusado formalmente por el tribunal de Murmansk, con el cargo de
"piratería", informó Greenpeace Argentina.
Durante la continuación de la audiencia que se había
iniciado ayer, la justicia rusa presentó hoy cargos de "piratería"
contra Pérez Orsi y los otros 15 activistas que aún no habían pasado por el
tribunal constituído en ese puerto del noroeste ruso.
Los 30 activistas de Greenpeace, acusados de piratería en
Rusia
La Justicia rusa acusó de piratería a los 30 activistas de
la organización, entre ellos a los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez
Orsi, quienes protestaron contra la explotación petrolera en el Artico. Podría
significarles una pena de 15 años.
El Comité de Instrucción de Rusia confirmó que todos los
tripulantes del buque arrestado en el mar de Bárents y remolcado hasta el
puerto de Murmansk fueron acusados de piratería en virtud del artículo 227 del
Código Penal, que castiga ese delito con 15 años de prisión, informó la agencia
EFE.
Speziale, una joven de 21 años que milita como voluntaria en
Greenpeace Argentina, había sido acusada formalmente ayer, en tanto que en la
audiencia de hoy ocurrió lo mismo con Pérez Orsi, oriundo de la ciudad de Mar
del Plata.
Greenpeace rechazó las acusaciones de piratería por
considerarlas "erróneas, injustificadas e ilegales" y anunció que irá
hasta el Tribunal Europeo para los Derechos Humanos en Estrasburgo.
El director de Greenpeace, Kumi Naidoo, criticó el
procedimiento de la Justicia rusa y sostuvo que era "la amenaza más grave
para las protestas pacíficas medioambientales" desde el hundimiento del
barco "Rainbow Warrior" en Auckland en 1985 por parte de agentes
secretos franceses. Entonces, un activista perdió la vida.
En tanto, la embajada argentina en Rusia envió a un
funcionario a la ciudad de Murmansk para asistir a Speziale y a Pérez Orsi.
Una vocera de la representación diplomática dijo hoy a Télam
que "el consejero Rafael Patrick Gnani estuvo hoy una hora con ella en el
centro de detención 51-1 de la ciudad de Murmansk" y que vio a Camila
"bien y de buen ánimo".
Gnani, que fue enviado por el embajador Juan Carlos Kreckler
desde Moscú a Murmansk para que se ocupe de los casos de los dos argentinos,
"le llevó ropa nueva y comida" a la joven y realiza gestiones ante el
tribunal para que "ambos puedan comunicarse telefónicamente con sus
familiares".
Con relación a la investigación, la vocera afirmó: "Sabemos
que la policía hizo una minuciosa revisión del barco Arctic Sunrise de
Greenpeace, y que no encontró absolutamente nada relacionado con explosivos,
elementos ilegales o relacionado con lo que pueda identificarse con
piratería".
En la continuación de la audiencia, hoy la Justicia rusa
presentó cargos de "piratería" contra otros 16 tripulantes del
rompehielos, entre ellos López Orsi, con lo que se llegó al total de 30
imputados.
En tanto en Moscú, el presidente del Consejo de Derechos
Humanos (CDH) adjunto al Kremlin, Mijaíl Fedótov, afirmó que son infundadas las
acusaciones de piratería.
"Los acusan de piratería. Considero que para ello no
existe ni el más mínimo fundamento", afirmó Fedótov a la agencia Interfax,
según reproduce EFE.
La acción de Greenpeace era una protesta pacífica en el mar
de Pechora, indicó la organización ambientalista.
Los activistas habían intentado trepar a la plataforma
petrolera "Priraslomnaya" de la compañía estatal rusa Gazprom en el
mar de Pechora, donde según sus propias declaraciones querían colgar pancartas.
La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía
Internacional instó a revocar las "absurdas y dañinas" acusaciones de
piratería.
El presidente ruso, Vladimir Putin, había dicho que si bien
los activistas violaron el derecho internacional, no son piratas. En tanto hoy
ratificó que el Ártico es parte "inalienable" de la Federación Rusa,
por lo que ese territorio no puede ser cedido bajo control internacional.
"El Ártico es una parte inalienable de Rusia que ha
permanecido bajo nuestra soberanía a lo largo de varios siglos. Así será
siempre", aseguró el líder ruso en una reunión con representantes del
partido oficialista Rusia Unida.
Según Greenpeace, en todo el mundo ya protestaron contra la
decisión de la justicia rusa más de 775.000 personas con escritos enviados a
embajadas de ese país.
Los activistas acusan a Gazprom de "poner en peligro
con sus perforaciones el ecosistema especialmente sensible del Ártico, pues
cualquier filtración podría tener consecuencias catastróficas para la flora y
la fauna de la virgen región"