Mismo pedido para De Santibañez
Piden seis años de prisión para De la Rúa por las coimas en el Senado
jueves 03 de octubre de 2013, 19:10h
La fiscalía en el juicio pidió la pena para el ex presidente
y su jefe de la SIDE,
Fernando De Santibáñez, por el delito de "cohecho activo" en el pago de
sobornos a ex senadores peronistas a cambio de votar la Ley de Flexibilización Laboral
en abril del 2000.
Idéntica pena pidió para los ex senadores justicialistas
Augusto Alasino, Remo Costanzo, Alberto
Branda y Alberto Tell, por los delitos de "cohecho pasivo", consistente en el
cobro de las coimas y la condena a un año y medio de prisión en suspenso para
el arrepentido Mario Pontaquarto, cuyo relato la fiscalía consideró de "valor
probatorio pleno".
Al cabo de una semana de alegato, la fiscal Sabrina Namer
consideró acreditado el pago de los sobornos pero declinó formular acusación
penal contra el entonces ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, y pidió su
sobreseimiento por no considerar probada su participación en la maniobra.
Como Pontaquarto ya fue condenado el año pasado a dos años y
medio de prisión en una causa por no devolver viáticos del Senado cuando se
desempeñaba como secretario administrativo, la fiscalía pidió la unificación de
la pena del arrepentido en 3 años de prisión en suspenso.
La fiscalía calificó el delito cometido por el ex presidente
como "cohecho activo agravado" por su condición de jefe del Estado a raíz de la
"afectación de la confianza pública" en el funcionamiento tanto del Poder
Ejecutivo como del Legislativo.
La pena pedida por la fiscalía para De la Rúa y Santibañes es
coincidente con la que pidió semanas atrás la querella, ejercida en este caso
por la Oficina
Anticorrupción.
En su último día de alegato antes de dar paso a las postura
de las defensas, la fiscal consideró plenamente probada la maniobra concretada
cuando Pontaquarto entregó en el domicilio del también ex senador del PJ Emilio
Cantarero una valija con 4,3 millones de pesos convertibles a dólares, que un
día antes había retirado de las oficinas de Santibañes en la SIDE.
"Es imposible que ese dinero haya salido de la SIDE sin el conocimiento y
autorización del presidente De la
Rúa, a menos que se piense que estaba incapacitado para
ejercer su función, algo que en este juicio ha quedado probado que no era así",
alegó la fiscal.
Cantarero quedó fuera del juicio por su deterioro
psicofísico, en tanto que el entonces jefe de los senadores radicales, José
Genoud, jefe de Pontaquarto y negociador de la maniobra ante Alasino, se
suicidó a poco de ser imputado por haber cobrado además una parte de ese
dinero.
La fiscalía evaluó que el relato autoincriminante de
Pontaquarto, en el año 2005, fue un "testimonio veraz con valor probatorio
pleno" ya que aportó detalles sobre las circunstancias en que se desarrolló la
maniobra.
Citó en ese sentido las precisiones sobre la reunión en la Casa Rosada entre De la Rúa, Genoud y Santibañes, "que
de ninguna manera podría haber sido conocidos por alguien que no hubiera estado
allí"
"De la Rúa
prometió a Alasino y Tell entregar dinero y ordenó al jefe Side que articulara
el pago", aseveró la acusadora, quien en cambio consideró no probada la
participación del ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, y más aún: sostuvo
que ni siquiera conocía la negociación entre Genoud y Alasino.
Según Namer, la posterior designación de Flamarique como
secretario general de la presidencia más que un pago por su participación en
los sobornos fue un gesto político de De La Rúa para forzar la salida del gobierno del
vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez, a cuya fuerza -el Frepaso- pertenecía
el ministro.
En vez de acallarlas, Alvarez se hizo eco de la denuncia
sobre las coimas que hizo el también senador peronista Antonio Cafiero,
potenciando de esta manera la magnitud política del affaire, dijo la fiscal.