Argentina tendrá la primera nave para ver ballenas bajo el agua
sábado 14 de septiembre de 2013, 23:53h
Hecha en el país
La primera nave semisumergible de industria argentina, que
permitirá a los turistas ver ballenas bajo el agua, comenzará a operar este año
desde Puerto Pirámide, en Chubut, cuando termine su construcción que comenzó en
enero pasado.
La embarcación, diseñada y construida totalmente en el país
es un emprendimiento privado con respaldo del gobierno de esa provincia,
inspirado en embarcaciones de ese tipo que se utilizan para observaciones
submarinas en la barrera de arrecifes de Australia, en el Caribe y en el Mar Rojo
desde Israel.
La nave tendrá medidas de superficie similares a las que
parten de la reserva provincia Península Valdés (declarada Patrimonio Natural
de la Humanidad por Naciones Unidas) para los avistajes en el santuario de
ballenas de Golfo Nuevo, aunque bajo el agua tendrá un volumen mayor, con un
calado superior a los dos metros.
Ese será el espacio para los pasajeros, con unos 40 asientos
con sus respectivas ventanas, desde las que según el promotor y director del
proyecto, Tiño Resnik, "va a ser como mirar a los ojos a la ballena desde
una máscara de buceo".
Este buzo y capitán de barcos ganó en 2008 una concesión
para avistajes de ballenas y otra en 2009 para paseos lacustres en el Parque
Nacional Lago Puelo, en la cordillera de Chubut, y ese año propuso su idea a
las autoridades provinciales.
Tanto el gobernador chubutense, Martín Buzzi, como el
secretario de Turismo, Carlos Zonza Nigro, dieron pronto su respaldo para la
construcción del primer semisumergible de industria nacional.
El barco está en construcción en el Astillero Naval Federico
Contessi, en Mar del Plata, desde enero último, y Resnik estimó que será botado
el mes próximo.
En la costa bonaerense harán las pruebas de navegación y,
tras los ajustes que sean necesarios, lo trasladarán a Chubut para unos
avistajes experimentales antes de fin de año y luego lo habilitarán para el
público.
El semisumergible estará construido totalmente en acero
naval soldado y sus medidas serán de 15 metros de largo por cuatro de ancho,
propulsado por dos motores de 50 HP cada uno, que le darán una velocidad máxima
de seis nudos.
Su característica particular será que entre los dos pontones
laterales que harán de flotadores habrá un tercer compartimento bajo la
superficie, que será el salón de pasajeros, quienes podrán permanecer sentados
en ese sector bajo el agua o subir a la cubierta en superficie durante los
viajes, que serán diurnos.
El emprendimiento se llama Proyecto YellowSubmarine -la
parte visible de la nave será toda amarillo- y cambiará totalmente la forma de
avistar ballenas, según Resnik, quien entusiasmado pregunta "¿alguna vez
imaginaste mirar las ballenas a los ojos?", y asegura que será como verlas a
través de una máscara de buceo.
La ventaja respecto de las naves de superficie será que no
deberán esperar a que las ballenas emerjan para poder verlas y, por su
experiencia en avistajes, cree que la curiosidad de estos mamíferos hacia los
humanos los llevará a acercarse a las ventanillas.
Debido a que en Puerto Pirámide, por ser área protegida no
se construyó muelle, el barco no podrá acercarse a la costa a causa de sus dos
metros de calado, por lo que permanecerá anclado en la zona de avistaje y los
pasajeros llegarán en lanchas transbordadoras para iniciar directamente el
avistaje submarino.
"Además, seis nudos es poca velocidad y queremos que todo el
tiempo el turista esté haciendo observación de ballenas, y no perder una hora o
más navegando cuando las ballenas están a más de diez millas de la costa",
explicó a esta agencia.
El tiempo de avistaje será más extenso que en los barcos de
superficie, con una salida diaria al mediodía y un total de dos horas de viaje,
de las cuales una y media sería para la observación de ballenas, y el precio
duplicará el de las naves actuales, que es de 490 pesos por persona adulta.
Las lanchas que hacen excursiones de avistaje desde Puerto
Pirámide son ingresadas al mar con tractores y sobre trailers, ya cargadas de
pasajero, por lo que para el YellowSubmarine también está en construcción, en
el mismo astillero marplatense, un rodado especial para cuando tenga que ser
retirado el agua.