El Papa Francisco ya tiene su Avenida en la ciudad de La Plata

El intendente de La Plata, Pablo Bruera, encabezó el acto por el cual se impuso el nombre del sumo pontífice a la avenida 53, en el tramo comprendido entre las calles 14 y 19, a aproximadamente un kilómetro del centro comercial de la capital de la provincia de Buenos Aires.

  La calle bautizada en honor del primer pontífice latinoamericano une la plaza Moreno, centro geográfico de la ciudad, con la plaza Islas Malvinas, antiguo predio del Regimiento VII de Infantería Mecanizada, una de las unidades del Ejército que más bajas tuvo en la guerra de 1982 con el Reino Unido.

  A la altura del cruce con la calle 14, la arteria está flanqueada por la Catedral por un lado y por la sede del Arzobispado por el otro. En el resto de su desarrollo predominan los edificios de viviendas.
  El jefe comunal estuvo acompañado por el arzobispo de La Plata,  Héctor Aguer, quien dio la bendición a la calle.

  También asistieron concejales, funcionarios provinciales, municipales y autoridades de distintas instituciones y comerciantes de la ciudad.

  Bruera aseguró que "los vecinos de La Plata se han visto conmovidos por el hecho histórico de la designación del nuevo Papa, y para nosotros es un orgullo homenajearlo de esta manera".

  En el decreto firmado por el intendente Bruera, ad referéndum del Concejo Deliberante, se destaca la realización de un "homenaje que perdure en los tiempos más allá de las políticas partidarias y que manifieste el orgullo del pueblo al que pertenece".

  En los fundamentos del decreto, se destaca que "este jesuita entronizado como papa de la Iglesia Católica, siempre se ha caracterizado por su austero estilo de vida".

  Se remarca "el honor que significa para nuestro país que la designación del sumo pontífice haya recaído en la persona del cardenal Jorge Mario Bergoglio, tan caro a los sentimientos del pueblo, quien con su ejemplo de discreción, humildad y fidelidad, ratifica su misión de custodio de María y de la Iglesia toda, tal como lo manifestara en el sermón pronunciado en la misa de entronización".

  Se reconoce "la humildad" del Papa, que demuestra que "existe otra forma de vivir la fe cristiana, pero sobre todo privilegiando a los desposeídos, a los pobres y a los enfermos".