Messi y su sana costumbre de convertir
domingo 17 de marzo de 2013, 21:33h
La noticia va a ser cuando no meta un gol
Lionel Messi convirtió otros dos goles en la victoria que el
líder Barcelona consumó sobre Rayo Vallecano por 3-1 y con esas conquistas se
erigió en el séptimo anotador histórico de la Liga Española de
fútbol de primera división.
Además, el astro rosarino no sólo llegó a la inusitada cifra
de 42 goles en el campeonato para el cómodo puntero catalán (74 puntos) sino
también sumó su 18vo. encuentro consecutivo marcando tantos en el torneo
liguero.
Por si fuera poco, el crack alcanzó los 210 tantos en Liga,
igualó la línea de Pahiño (otrora jugador de Celta de Vigo, Real Madrid) y
ambos comparten la séptima colocación en el historial, situándose a 41
anotaciones de Telmo Zarra, artillero de la década del `40, que festejó en 251
oportunidades.
Los dos tantos de Messi (Pt. 40m. y St. 12m.) le sirvieron
al equipo dirigido por Jordi Roura para ensanchar la ventaja sobre el Real
Madrid (13 puntos) en la cima de la tabla.
El delantero David Villa (Pt. 25m.), tras asistencia del
rosarino, abrió la cuenta para el equipo `blaugrana`, que también contó con la
participación del santafesino Javier Mascherano, quien se desempeñó como uno de
los zagueros centrales.
Raúl Tamudo consiguió el descuento para Rayo Vallecano, a
los 26m. de la segunda parte. En el equipo de los suburbios de Madrid se alistó
como titular Alejandro `Chori` Domínguez (ex River y Quilmes), reemplazado a
cuatro minutos del final.
El capitán del seleccionado argentino jugó como casi
siempre. Desequilibrante en los últimos metros de la cancha, el rosarino se
erigió en la luz de alarma para la defensa visitante. Y antes de que se abra la
pizarra, Messi ya había estrellado un tiro libre en el travesaño.
Llegó la apertura del marcador con un pase en cortada de
Messi para Villa y luego hubo gentileza del `Guaje` para el crack, que definió
bajo ante la salida de Rubén y puso el 2-0 parcial.
En el cuarto de hora inaugural del segundo tiempo, Barcelona
liquidó el pleito: otra asistencia de Villa, otro gol de Lionel, insaciable
como casi siempre.
El descuento de Tamudo solamente quedó para la estadística,
porque en realidad, el concierto en el Camp Nou ya había tenido sus picos más
altos.