El tesorero del Partido Popular no puede salir de España

Bárcenas, imputado por corrupción, declaró durante casi tres horas ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que investiga el origen los 22 millones de euros descubiertos a su nombre en el país helvético, en medio del gran escándalo en el PP por la revelación de una contabilidad B de la que se desprende el cobro de sobresueldos y financiación ilegal.

Durante el interrogatorio, el ex tesorero no acreditó debidamente el origen de sus millonarios fondos, por lo que el magistrado del caso Gürtel accedió a las medidas cautelares solicitadas por la Fiscalía Anticorrupción.

El Ministerio público sostuvo que existen "múltiples y contundentes indicios de delito" y que Bárcenas cuenta con un "patrimonio muy relevante en el exterior que conlleva riesgo de fuga".

Por lo tanto, el juez Ruz dictaminó que el ex tesorero no podrá salir del territorio nacional, se le retirará el pasaporte y deberá comparecer cada quince días ante la justicia y cada vez que se lo requiera.

La decisión llegó después de que Bárcenas se jactó de haber llegado a acumular hasta 38 millones de euros en Suiza provenientes de negocios privados que inició en los años 80 como intermediario en transacciones del sector inmobiliario, bursátil y en el mundo del arte.

Bárcenas volvió a desvincular así al PP de sus fondos millonarios, pese a que esta versión ya fue desacreditada por un informe de la Unidad de Delincuencia Económica Financiera (UDEF), que indica que el ex tesorero sólo acumuló 400.000 euros por actividades inmobiliarias y que nunca vendió un cuadro.


Un dato relevante fue que Bárcenas reconoció que acudió a un notario el pasado 14 de diciembre ante el que testificó que, entre 1994 y 2009, él y el también ex tesorero Álvaro Lapuerta llevaron una "cuenta analítica" con los detalles de donativos al PP y perceptores de esos fondos.

No obstante, sostuvo que acudió al notario para dejar constancia que él no había recibido dinero de las donaciones que recibió el PP.

También entregó al magistrado numerosa documentación, entre ella un cuadro que refleja que el PP recibió 23,7 millones de euros en donaciones anónimas y 9 millones en donaciones nominales entre 1999 y 2007.

El ex senador y ex tesorero está imputado por cohecho, blanqueo y fraude fiscal en el marco del caso Gürtel, una red destapada en 2009 que pagaba comisione al PP a cambio de contratos principalmente en la comunidad de Madrid y Valencia, históricamente gobernadas por los conservadores.

A mediados de enero salió a la luz que Bárcenas había acumulado hasta 22 millones de euros en Suiza, y días después el diario El País publicó unos documentos manuscritos atribuidos al ex tesorero de una contabilidad B del PP, que aún están siendo investigados por la Fiscalía Anticorrupción.

En esos documentos figuran detalles de las donaciones millonarias recibidas por la formación derechista entre 1990 y 2008 y pagos periódicos de dinero en negro a la cúpula partidaria, incluido su líder y presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.

Desde entonces se sospecha que el dinero de las cuentas de Suiza proviene no sólo de las comisiones la red Gürtel sino también del dinero de los donativos que empresarios hicieron al PP.

El pasado 6 de febrero, Bárcenas declaró ante la Fiscalía Anticorrupción que nunca llevó una contabilidad B de su partido.

Sin embargo, hace unos días se supo a través del informe de la UDEF que Bárcenas había certificado ante un notario la existencia de una cuenta similar.

Desde que estalló el caso de corrupción, Rajoy negó cualquier relación con prácticas ilegales, y el PP intentó desvincular las actividades ilegales de Bárcenas del partido a pesar de que el ex tesorero siguió cobrando dinero de su formación hasta hace unos meses.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, insistió en que Bárcenas no trabaja para el partido desde abril de 2010, y que el dinero que cobró fue una indemnización en "diferido".

Según argumentó, se pactó una indemnización "en forma de simulación de lo que antes era retribución".

El escándalo del PP sumó indignación a los ciudadanos españoles en un momento especialmente crítico para el país, que atraviesa la peor crisis en décadas, que ha dejado ya casi 6 millones de desocupados, el 26% de la población activa.

También la Corona española está salpicada por el caso de corrupción en el que está implicado el duque de Palma, Iñaki Urdangarín, yerno del rey.