Para el gobierno "más que un paro, esto es una maniobra de chantaje a toda la población"

"El corte de rutas, la basura en la calle, las demoras en algún sector del transporte es responsabilidad exclusiva de Moyano, Barrionuevo, Michelli y Buzzi", afirmó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.


En declaraciones a Télam, el jefe de Gabinete analizó que la medida de este martes no responde a una cuestión estrictamente sindical: "Parece que a algunos dirigentes les interesa más la tapa de algún diario. Tenemos que ser claros y poner las cosas en su justa dimensión: más que 20N lo de mañana es el 20M, con eme de Magnetto".


"Los beneficios que han logrado los trabajadores del 2003 a la fecha fueron gracias a este proyecto político. Que nadie se confunda ni intente confundir. En los momentos de crisis los que pierden el trabajo son los laburantes, no aquellos dirigentes que hoy ponen sus ambiciones por delante de los reales intereses de los trabajadores", declaró Abal Medina.


El Jefe de Gabinete criticó la actitud de los organizadores de la protesta y resaltó que "Buzzi amenazó con volver al desabastecimiento agroempresario del 2008, Michelli amenaza a los trabajadores que mañana quieran ir normalmente a su trabajo y Moyano deja a miles de ciudadanos con la basura en la calle. Más que un paro esto parece ser una maniobra de chantaje a toda la población con el único objetivo de posicionarse electoralmente".


"Nosotros seguimos trabajando en este rumbo, discutiendo con todos aquellos que no quieran poner palos en las ruedas, tomando medidas como la de la semana pasada que siguen empujando el consumo, mientras cuatro dirigentes sindicales- empresarios van a intentar colapsar el país haciéndole el juego a los sectores concentrados que apuestan al caos", concluyó Abal Medina.


Los principales gremios no acompañan la medida


Los principales gremios de transporte, servicios y de estatales encuadrados en la CGT que encabeza Antonio Caló, no se sumarán al paro nacional.
 
 
Alrededor de 30 gremios de distintos rubros son los que decidieron no acompañar la medida que, según Caló, responden a una decisión consensuada por el Consejo Directivo de la CGT "ante lo encaminadas que se encuentran las negociaciones con funcionarios del gobierno nacional por diferentes reclamos sindicales".


"Un paro es una legítima medida que pueden adoptar los trabajadores para expresar su descontento cuando no hay respuestas a los reclamos, pero en este caso no se justifica porque hay negociaciones y el gobierno nacional ha comenzado a dar soluciones con el tema de ganancias, con la deuda de las obras sociales y con los tratamientos de alta complejidad médica", agregó Calo.


En idéntico tenor se expresaron los secretarios de Acción Social y de Actas de la central obrera, José Luis Lingeri (SGBATOS) y Roberto Fernández (UTA), quienes manifestaron a Télam su disconformidad con la medida de fuerza.


Lingeri precisó que "el plenario de delegados de Obras Sanitarias en sintonía con lo dispuesto por el Consejo Directivo de la CGT, resolvió no adherir al paro porque los funcionarios van solucionando los reclamos, como el caso del aumento de la cápita que paga el PAMI a las obras sociales, que pasó de 148 a 192 pesos".


Por su parte, Fernández dijo "estamos de acuerdo con los reclamos, pero entendemos que la medida de fuerza no tiene sustento porque hay conversaciones para encontrar soluciones".


Entretanto el delegado de la UTA, Néstor Marcolín desmintió ante Télam que los choferes de la línea de colectivos 60 se vayan a plegar al paro de mañana, dispuesto por la CGT disidente y la CTA.


Marcolín manifestó que "adherimos al reclamo y vamos a hacer asambleas, pero no vamos a paralizar los servicios". También añadió que "responsabilizamos a la empresa por la seguridad de los trabajadores".


Entre los gremios que integran la CGT y no adhieren al paro figuran además de los metalúrgicos de Caló y los mecánicos de Ricardo Pignanelli, los estatales de UPCN que lidera Andrés Rodríguez; los choferes de UTA que encabeza Fernández y los docentes privados representados en CGT por Horacio Ghilini.


Tampoco pararán los trabajadores de Sanidad de Carlos West Ocampo y Héctor Daer; los mercantiles de Armando Cavalieri; los legislativos de Norberto Di Próspero; los químicos de Rubén Salas; los lucifuercistas de Oscar Lescano; taxistas de Omar Viviani y la Unión Ferroviaria, representada por Eduardo Fuertes en la CGT.


Otros gremios que no adherirán son Municipales bonaerenses, Modelos, Vestido, Aduana, encargados de edificios; La Fraternidad; Construcción, Docentes, Alimentación, Prensa y Neumático, entre otros.


Adhieren al paro los camioneros de Moyano, los rurales de Gerónimo Venegas; los municipales porteños de Amadeo Genta; los pilotos de Jorge Pérez Tamayo; judiciales de Julio Piumato; bancarios de Sergio Palazzo, canillitas de Omar Plaini y los petroleros de Guillermo Pereyra.

También se plegarán los gremios de CEAMSE, Gastronómicos de Luis Barrionuevo; Dragado y Balizamiento de Juan Carlos Schmid; AFIP; estaciones de Servicio de Carlos Acuña; técnicos aeronáuticos de Ricardo Cirielli y los estatales de Pablo Micheli, entre otros


La medida de fuerza contará además con la adhesión de la Federación Agraria Argentina (FAA), entidad que reúne a pequeños y medianos productores agropecuarios y que en 2008 fue una de las protagonistas de las protestas del campo contra el Gobierno por los impuestos a las exportaciones de granos.


El sector de la CTA que conduce Micheli también ha convocado para el próximo martes a los trabajadores a movilizarse hacia la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo argentino.


"La huelga va a tener una adhesión muy importante porque la gente esta cansada de tanto maltrato", dijo Moyano en declaraciones a radio Mitre, quien en su momento adhirió al paro, pero no movilizará a los suyos, quizás para no quedar mal parado en caso de no tener una gran convocatoria.
Gremios de trabajadores de la banca, el transporte aéreo y de carga , la actividad portuaria y agropecuaria, entre otros ya confirmaron su adhesión al paro.


También habrá cortes de rutas y calles en diferentes puntos del país.


La medida de fuerza tiene como eje varios reclamos, pero uno de los principales es exigir al Gobierno que aumente el mínimo salarial a partir del cual aplica el impuesto a las ganancias sobre los ingresos de los trabajadores.


Este miércoles, Fernández anunció que exceptuará del pago de este impuesto a los aguinaldos (paga extraordinaria de Navidad) que cobren los trabajadores en diciembre.


El anuncio fue celebrado por los sindicatos afines al Gobierno, pero para los opositores la medida tiene sabor a poco.


"Algo produjo el anuncio de la presidenta: más bronca", aseguró Moyano, quien calificó el beneficio "navideño" decretado por Fernández como "una burla" y "una falta de respeto" a los trabajadores.


La presidenta anunció además que iniciará conversaciones con los sindicatos para discutir una modificación para 2013 de ese mínimo salarial a partir del cual se aplica el impuesto a las ganancias.


Los sindicatos aliados a Moyano y Micheli también reclamarán el martes un "aumento de emergencia" para los jubilados, cuyo ingreso mínimo es de 1.880 pesos (392 dólares) mensuales.


Asimismo, exigen que el Estado argentino gire a las obras sociales manejadas por los sindicatos cerca de 20.000 millones de pesos (unos 4.200 millones de dólares) retenidos a los trabajadores de sus salarios para gastos de salud.


También piden al Ministerio de Trabajo que combata el trabajo informal, que en Argentina ronda el 34 por ciento.


En junio pasado Moyano, un antiguo aliado del Gobierno de Fernández, ya había convocado a una huelga nacional y una masiva movilización en Plaza de Mayo tras oficializar su ruptura con el oficialismo.


Ese alejamiento del Gobierno, que se inició cuando Fernández se negó a incluir dirigentes sindicales en las listas electorales para los comicios de octubre de 2011, también derivó en una división en el seno de la CGT.


Así, la mayor central obrera del país quedó partida en dos, con un grupo de sindicatos que responden a Moyano tras unas elecciones que el Ministerio de Trabajo no reconoce como válidas, y otro sector, liderado por Antonio Caló, dirigente del sindicato metalúrgico, afín al Gobierno.


La CTA también se encuentra dividida, entre el sector que responde a Micheli, líder de los trabajadores estatales, y el que dirige Hugo Yasky, titular del gremio docente.


La medida de fuerza convocada para el próximo martes tiene como antecedente una jornada movilización a la Plaza de Mayo el pasado 10 de octubre, de la que participaron cerca de 50.000 personas, convocada por Micheli y al que adhirieron sindicaros que responden a Moyano.