En
diferentes puntos del país
Multitudinaria protesta contra el gobierno
viernes 09 de noviembre de 2012, 15:07h
Cientos
de miles de personas salieron masivamente a la calle en distintos puntos del
país para protestar contra las políticas del Gobierno de Cristina Fernández.
"Está
muy mal, está muy mal, mentirle al pueblo por cadena nacional", coreaba la
multitud concentrada al pie del Obelisco porteño, epicentro de las marchas de
protesta en Buenos Aires.
Hasta
allí llegó una importante columna de manifestantes portando una bandera
argentina de 200 metros de largo, saludados a su paso por bocinazos, golpes de
cacerolas y hasta panderetas.
Las
movilizaciones se prolongaron durante más de dos horas, salvo en Buenos Aires
donde al término de la concentración en el Obelisco una parte de los
manifestantes optó por dirigirse a la emblemática Plaza de Mayo, frente a la
sede del Gobierno, que inicialmente no estaba incluida en la convocatoria.
Como
ocurrió el pasado 13 de septiembre, los reclamos volvieron a ser múltiples y se
reflejaron en pancartas exigiendo seguridad, respeto a la libertad de prensa,
justicia independiente o denunciando la inflación, las restricciones cambiarias
y una eventual reforma constitucional que habilite a Fernández a competir en
2015 por un tercer mandato presidencial.
La
emblemática avenida 9 de Julio de Buenos Aires estaba sembrada con miles de
papeletas bajo el lema "8N Yo me movilizo en defensa de nuestras
libertades y derechos consagrados en nuestra Constitución Nacional".
Coreando
el himno argentino y jaleando a los manifestantes, desde una furgoneta armada
con un potente equipo de megafonía, Humberto Bonanata, militante radical y
gerente del grupo informativo Notiar, aseguraba que la marcha no tiene vínculos
políticos.
"El
vehículo lo he financiado yo, a nivel particular", insistía, mientras a
pocos metros, un camión de la agrupación Solano-Lima, vinculada a la
conservadora Propuesta Republicana del alcalde de la capital, Mauricio Macri,
repartía camisetas con el eslogan "8N, Yo estuve".
"Somos
de la Solano pero venimos de forma individual", explicaba la joven Paula,
vestida con una de las camisetas.
Aunque
desde su mismo partido, y en la mismísima Capital Federal, el diputado porteño
del PRO Martín Ocampo, celebró en diálogo con Télam que "en la protesta
está todo el PRO" y, tras reconocer que la fuerza liderada por Mauricio
Macri repartió gran parte de las banderitas utilizadas en la marcha, justificó
la acción al sostener que "alguien las tenía que pagar".
Por su
parte el filósofo relacionado al macrismo, Alejandro Rozitchner, señaló a Télam
que "el reclamo es importante y podrá ser capitalizado por Mauricio
Macri", quien "se sumó a la protesta, pero para acompañar el reclamo
de la sociedad", según justificó.
"Vengo
por el ansia de libertad que tengo, quiero ser libre y ahora tengo que pensar
como ellos, ir donde ellos quieran y tener la plata que ellos quieran. La
libertad es el bien mas preciado y nos la fueron quitando poco a poco",
afirmaba Gladys, un abogada laboralista de 78 años, que seguía la marcha
apoyada en un bastón.
Cientos
de vecinos saludaban el paso de la marcha desde sus balcones, batiendo
cacerolas, aplaudiendo y jaleando con gritos de "Argentina,
Argentina".
En
Olivos, en el norte de la capital, miles de personas se sumaron a la protesta
cacerola en mano en las puertas de la residencia presidencial donde, según
medios locales, se encontraba la mandataria, que había recibido a varios de sus
ministros durante la tarde.
Las
masivas concentraciones se replicaron en distintos puntos de la capital y en
localidades del populoso conurbano bonaerense, como Ramos Mejía (oeste), Lomas
de Zamora (sur).
También
fueron importantes las manifestaciones en grandes ciudades del interior del
país, como Córdoba, Salta, Rosario, Tucumán, Mendoza, Santa Fe, La Plata y
Bariloche, entre otras.
Asimismo,
hubo protestas de argentinos en el exterior, en ciudades como Miami, Nueva York,
Sidney, Viena, Varsovia, Ginebra, Berlín, Roma, Milán, París, Barcelona, Madrid
y Londres.
La
presidenta afirmó que Argentina vive una "democracia total" y volvió
a instar a los dirigentes de oposición a revelar sus auténticas intenciones.
Ya
pasada la marcha, habrá que ver la actitud que toma la oposición, para tratar
de convencer a los manifestantes sobre sus virtudes, y que están en condiciones
de llevar adelante los reclamos que fueron exhibidos durante el cacerolazo.
Por
otra parte, seguidores del oficialismo se preguntaban, sí la presidenta tenía
que traicionarlos, ya que consideran que está llevando a cabo los programas que
prometió durante su campaña, que la consagró como presidenta con el 54% de los
votos.
Una
situación sin duda complicada, en la que el gobierno deberá prestar atención a
temas importantes como la inflación o la seguridad, y, en otros casos,
la gente deberá aceptar, que si no les gusta el manejo con el dólar u otras
medidas políticas, deberá esperar a la próxima elección para demostrar su
disgusto en las urnas.