Pedidos y agradecimientos a la orden del día
Miles de fieles ingresan al santuario de San Cayetano
martes 07 de agosto de 2012, 16:06h
La Iglesia San Cayetano del barrio porteño de Liniers
recibirá a miles de fieles que realizarán promesas y agradecimientos al Santo
Patrono del Pan y el Trabajo, tal como acontece todos los años.
Los devotos acampan desde hace varios días alrededor de la Iglesia,
ubicada en Cuzco al 100, con una temperatura fría pero no el extremo vivido en
los últimos días, aunque muchos llevan mates y café en termos para matizar la
espera.
A lo largo de cinco cuadras, por las calles Cuzco, Baylon y
Madero, miles de personas aguardaban la cero hora, cuando Monseñor Raúl Martín,
Obispo Auxiliar de Buenos Aires y Vicario Episcopal, abra las puertas para
recibir a los fieles.
Grupos que interpretan música folclórica tocaron en las
cercanías del templo, para hacer más llevadera la espera, mientras la gente se
desplazaba de un lado a otro para intentar ocupar sus lugares.
El primero de la larga fila junto al portón principal era
Rafael, un hombre de 74 años que desde 1968 visita cada 7 de agosto el
santuario de San Cayetano.
En cada visita trae la misma imagen del Patrono del Trabajo,
la misma que recorre durante el año las casa de sus vecinos y familiares en la
zona oeste del conurbano bonaerense.
Rafael dijo a Télam que "mi familia y yo somos de
Tapiales, pero todos los años nos organizamos con conocidos de otros barrios
para venir juntos, esta vez me vine hace dos semanas para guardar el lugar y
después llegó el resto en la medida en que sus trabajos los dejaban".
"Este año me parece que hay menos gente que los
anteriores, eso muestra que gracias a Dios ya no hay tanta necesidad, porque la
gente es muy devota, ya que en tiempos de falta de trabajo esto es un mar de
gente", finalizó.
Graciela tiene 50 años y vino hace una semana desde Morón.
Ella contó que "con mi marido vinimos a agradecer y a guardarle el lugar a
nuestras hijas que no pueden venir con tanto tiempo porque las dos tienen
trabajo".
"Acá somos muchos los que nos conocemos de venir todos
los años, por eso hay mucha solidaridad en los días previos cuando hay que
calentar una olla para la cena o prestar una frazada o tocar timbre en una casa
por alguna necesidad", dijo Graciela.
La mujer dijo que "ya no viene tanta gente como antes,
ayer comentábamos con otro matrimonio que hasta hace unos años veníamos con las
familias completas a pedir trabajo y hoy estamos sólo los viejos para agradecer
que nuestros hijos estén trabajando".
Carlos vende espigas e imágenes de San Cayetano a los peregrinos
todos los años en la esquina de Bynnon y Madero y aseguró que "no se puede
estar acá sin fe. Hay gente que pasa semanas esperando que se abran las puertas
y siempre están con una sonrisa".
"Estoy vendiendo lo mismo que años anteriores, pero son
menos clientes que se llevan varias espigas porque las llevan a familiares o
vecinos que no pudieron venir", finalizó.
Las misas se oficiarán este martes desde las 4 hasta las 11
cada una hora en la Iglesia y desde las 13 hasta las 23 en las horas impares.
En tanto, las bendiciones de personas, llaves, imágenes y
objetos religiosos, se realizarán desde la medianoche, cada 15 minutos, tanto
dentro como fuera del templo.
Al servicio de los peregrinos, 1.150 laicos de todas las
edades estarán en la calle y en el Santuario; y más de 100 sacerdotes,
diáconos, religiosos y seminaristas prestarán su servicio en la liturgia y en
los grupos de oración.
Además, 300 niños y adolescentes del Movimiento Scout
repartirán gratuitamente pan, caldo y mate cocido tanto de día como de noche, y
organizarán la fila de los peregrinos.
Unos 300 jóvenes de las comunidades parroquiales, colegios
católicos y de los movimientos de la Arquidiócesis de Buenos Aires, se
acercarán por turnos a los que esperan largas horas para rezar y compartir la
espera con todos