Se hizo justicia
Videla y Bignone fueron condenados a 50 y 15 años de cárcel por el robo de bebés en la dictadura
viernes 06 de julio de 2012, 05:07h
Las condenas fueron dictadas por el Tribunal Oral Federal 6
y en el caso de Videla se trata de su tercera condena a reclusión perpetua. También
fueron condenados Vañek y el Tigre
Acosta.
La justicia argentina reconoció este jueves formalmente la
existencia de un Plan Sistemático de Robo de Bebes a mujeres secuestradas
durante la última dictadura, al condenar a 50 años de reclusión, la máxima
sanción prevista en la legislación nacional, al ex dictador Jorge Rafael Videla,
y aplicar severas penas de hasta 40 años a otros ex represores.
El Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6) de esta Capital condenó
además en la misma causa a 30 años de prisión al ex marino Jorge "Tigre"
Acosta, responsable operativo del centro clandestino de detenciones que funcionó
en la ESMA
durante la dictadura, y a 15 años al ex dictador Reynaldo Bignone, último
presidente de facto.
Al dictar condena en esta causa iniciada hace dieciseis años
por las Abuelas de Plaza de Mayo -por crímenes cometidos hace más de tres
décadas-, el TOF 6 resolvió unificar en esa única pena la actual y las dos
anteriores condenas a perpetuidad que ya tenía Videla.
En el mismo fallo, el tribunal condenó al almirante Antonio
Vañek, que comandó la
Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) a 40 años de
prisión; y al ex jefe de Campo de Mayo, Santiago Omar Rivero a 20 años de
prisión.
En ambos sitios bajo jurisdicción de la armada y del
Ejército se cometieron la enorme mayoría de los 35 delitos puntualmente
ventilados durante los últimos quince meses en este juicio.
Al leer el fallo, la jueza María del Carmen Roqueta dejó
expresamente sentado que para el tribunal cada uno de los casos constituyen
"parte integrante de un Plan Sistemático de Robo de Bebés" desarrollado durante
el período del terrorismo de Estado.
"Sentimos que se va recuperando la justicia, pese a que las
penas fueron un poco livianas", dijo la titular de Abuelas, Estela de Carlotto,
quien sin embargo rescató que el fallo haya reconocido la existencia de un plan
sistemático.
"Es un momento de alegría y de hermandad entre nosotros. Agradecemos
a nuestros papás por habernos dados la vida y a las Abuelas por recuperar
nuestra identidad,", dijo conmovida la nieta recuperada Victoria Montenegro, en
medio de un público, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y jóvenes de la
agrupación HIJOS, muchos de ellos nacidos en cautiverio.
También pudo verse a militantes políticos como el legislador
porteño Juan Cabandie -nieto recuperado- y el diputado nacional Martín
Sabatella (Nuevo Encuentro), entre otros.
De los once acusados, nueve fueron encontrados penalmente
responsables de "sustracción, retención y ocultamiento de menores", con el
agravante de tener menos de diez años, y la posterior supresión de su identidad,
en diferente cantidad de casos y circunstancias.
El último dictador del "Proceso", Reynaldo Bignone,
fue condenado a 15 años de prisión, igual pena que al médico militar Jorge Luis
Magnaco, quien asistía a las parturientas en la ESMA, mientras que al prefecto Jorge Azic le
dieron 14 años.
El ex oficial del Ejército Victor Gallo, que junto a su ex
mujer Susana Colombo se apropiaron del nieto restituido Francisco Madariaga
Quintela, fueron condenados a 15 y 5 años de prisión, respectivamente.
El ex agente de Inteligencia Eduardo Ruffo y el ex almirante
Rubén Franco, que integró la última junta militar fueron absueltos, pero el
primero quedó detenido por otras causas pendientes de juicios.
La causa conocida como Plan Sistemático arrancó el 30 de
diciembre de 1996 con una presentación de Estela de Carlotto y María Isabel
"Chicha" Mariani, que aprovecharon el vacío jurídico que dejaron las leyes de
Obediencia Debida y Punto Final para denunciar la apropiación de los hijos de
las mujeres desaparecidas.
Tras conocerse las condenas a los represores, integrantes de
distintos organismos de derechos humanos celebraron en un escenario montado
frente a los tribunales de Comodoro Py, desde donde presenciaron la lectura del
fallo en una pantalla gigante, para luego cerrar con un recital del grupo la Versuit Bergarabat