Los dolores que quedan son las libertades que faltan.

En un día como hoy--el 15 de junio de 1918--explotaba en Córdoba lo que se dio en llamar "El Movimiento de la Reforma Universitaria" que no solo cambio el régimen de educación en las Universidades Nacionales sino que se constituyó el germen de una poderosa y arrolladora fuerza social y política que marcó a fuego al movimiento estudiantil  a lo largo de toda su historia; una historia que nació, precisamente, ese día.

No es casual que los estudiantes que se lanzaron a las calles y a las tomas de las sedes universitarias confesionales y conservadoras amparados por trapo de color morado lo hayan hecho a poco de instalado el gobierno popular de Hipólito Yrigoyen.

La democratización de la enseñanza era una consecuencia de la democratización de la sociedad que se produjo de la mano del radicalismo después de décadas de luchas populares jalonadas por revoluciones, mártires, cárcel y represión.


La frase que Deodoro Roca--autor del manifiesto de la reforma--inscribió en esa convocatoria latinoamericanista y antimperialista al decir "los dolores que quedan, son las libertades que faltan" esta destinada a no perder vigencia nunca y constituir, por siempre, un faro que ilumine el camino hacia una sociedad mas justa e igualitaria. Con el Movimiento de la Reforma se fortaleció el radicalismo por generaciones que llegan hasta nuestros días.


Con sus consignas, valores y principios nos formamos radicales de todos los tiempos. De su entraña nacieron partidos como el APRA peruano y la organización del movimiento estudiantil de toda America Latina se debe a su impronta. El grito de guerra "FUA, FUA, FUA, la lucha continua" resonó en la garganta de cientos de miles de estudiantes en todas las luchas antidictatoriales que tuvimos que librar hasta alcanzar definitivamente la democracia en 1983 que otra vez, no de casualidad ,reestableció la autonomía universitaria y el cogobierno que había sido barrido por la ultima dictadura militar.


Una vez mas; democracia en el país y democracia en la Universidad. Ser radical y reformista es sinónimo. En este día debería haber clases especiales en todas las casas de estudios dedicadas a explicar el alcance del movimiento reformista en los cambios sociales, políticos y culturales que se operaron, desde su nacimiento, en el seno de la sociedad en general y de la universidad en particular.


Un saludo radical a los estudiantes reformistas de todos los tiempos por su aporte a la democracia, la justicia social y a la soberanía de la nación.


Que la bandera morada siga flameando en las Universidades de la patria como flameo aquel 15 de junio del 18.