La trompa del elefante

En lo que fue un discurso enérgico, la Cristina Fernández declaró que ""Esta Presidenta no va a responder a exabruptos ni se va a hacer eco de falta de respeto o frases insolentes provenientes de funcionarios y medios de España" a raíz de su decisión expropiar el 51 por ciento del capital social de YPF, aunque cuando explicaba mediante gráficos el porque de su ábrupta  determinación exclamó de forma irónica que  la "curva de desinversión de YPF se parece a la trompa de un elefante".

Muchos no entendieron que quiso decir la mandataria, pero otros festejaron la frase que hacía referencia a la polémica que se generó en España con el Rey Juan Carlos y el accidente que mantuvo durante el fin de semana cuando estaba cazando elefantes.


El Rey fue siempre un interlocutor muy válido con el país, y mantenía, hasta estos días una gran relación con Cristina Fernández, hasta la recibió en la Casa Real en plenas vacaciones cuando la presidenta estaba de campaña, y esta "ironía" rompe una histórica relación con el monarca que siempre estuvo presente cuando se lo necesitaba.


Una cosa es mandar el proyecto para expropiar YPF -que traerá consecuencias en la relación no solo con España sino con la Unión Europea a corto plazo- y otra muy diferente es "cargar" al Rey en un tema que le está trayendo más de un dolor de cabeza


De números podrá saber mucho Fernández, pero de diplomacia poco y nada...