red.diariocritico.com
Banco

Banco

Por Enrique Szewach
lunes 12 de marzo de 2012, 12:22h
Empiezo con una obviedad: Casi todos los excesos de demanda, pueden ser definidos como de falta de oferta, y viceversa.

La Presidenta del Banco Central, acaba de definir el problema de la inflación en nuestro país, como un caso de insuficiencia de oferta de bienes. Con dicha afirmación, justificó la intervención directa del Banco que dirige, para financiar incrementos de la inversión, que aumenten la oferta y, reduzcan, de esa manera, la suba de los precios.

Sin embargo, la inversión, es parte de la demanda, no de la oferta.  La ampliación de una fábrica, por ejemplo, "demanda" cemento, maquinarias, trabajo, transporte, etc. Solo cuándo la fábrica se termina, está en condiciones de aumentar la oferta.

En el corto plazo,  todo exceso de demanda se soluciona, bajando la demanda, o importando los productos faltantes para incrementar la oferta. La "solución" de las autoridades, en cambio, es limitar las importaciones, financiar la demanda del Gobierno con pesos y dar  crédito para aumentar aún más la demanda privada.

En consecuencia, no hay política antiinflacionaria, desde el Banco Central.

Lo que se pretende, no es agregar en la Carta Orgánica el objetivo de preservar el empleo,  como sucede en el caso de los Bancos Centrales con "objetivo dual". Lo que se pretende, lisa y llanamente, es reemplazar el objetivo de defender la estabilidad nominal (que ya no se cumplía), por el de financiar el gasto público sin límites y, eventualmente, la demanda privada vía crédito dirigido. (¡Como si los Bancos Centrales pudieran generar crédito!. Miren la experiencia del FED, del Banco Central Europeo, o la del Banco de Japón, si tienen alguna duda). 

Asimismo, este Banco Central que ya no tendrá el objetivo de combatir la inflación, decidirá el nivel de reservas de dólares "óptimo" en cada momento, para pagar deuda externa del gobierno y sostener la política cambiaria que quiere llevar a cabo.

Pero el nivel de reservas óptimo y la política cambiaria, la determina el sector privado, no el gobierno.

La gente demanda pesos, en la medida que esos pesos conserven su poder adquisitivo. Ahora bien, con la renuncia del Banco Central a defender el valor de la moneda, y con la política de mantener la tasa de interés en pesos por debajo de la tasa de inflación, para "alentar el crecimiento", los tenedores de pesos ya saben que eso no será posible.

Si los pesos pierden valor, la tendencia es a gastarlos (maximizar consumo), presionando aún más sobre los precios y las importaciones,  o ahorrar en moneda extranjera.

De allí que, la única forma de, simultáneamente, renunciar explícitamente a controlar la inflación, y mantener elevada la demanda de pesos del público es...con la policía. Es decir, prohibiendo la compra de dólares.

Pero la prohibición sólo es sostenible, en la medida que la tasa de interés en pesos, supere a la tasa de devaluación esperada, de lo contrario, la gente, con tal de no perder sus ahorros, desafía a la policía, y compra dólares en el mercado libre.
Como el mercado libre es "entre privados", el Banco Central no pierde reservas, pero el precio del dólar libre se incrementa, y con ello, la brecha cambiaria. Un aumento de esta brecha,  se traslada a los precios internos por diversos canales, con lo cual se agrava aún más el problema.

El nivel de reservas óptimo, por lo tanto, es el que le permite al gobierno, después de pagar la deuda,  "convencer"  a los privados de que podrá mantener una tasa de devaluación por debajo de la tasa de interés.

Pero como, a su vez, la tasa de interés está por debajo de la tasa de inflación, por carácter transitivo, la tasa de devaluación tiene que estar por debajo de la tasa de inflación.

Pero esto implica que los costos en dólares siguen subiendo. Y que los productores pierden competitividad, a menos que los salarios evolucionen por debajo de la tasa de devaluación, es decir, caigan en términos reales y en términos de dólares.

Pero si los salarios caen en términos reales, cae el poder adquisitivo, y cae el nivel de actividad y, por lo tanto, cae la demanda, que era lo que se quería evitar en primer lugar.

En síntesis, la política antiinflacionaria la maneja el Secretario de Comercio, y la cambiaria la policía, en la medida que la tasa de interés, sea superior a la tasa de devaluación. El Banco Central sólo se dedica a transferir las reservas que le pide el gobierno y emite los pesos que le pide el gobierno. Se ha convertido en parte importante del problema.

Mientras, los problemas macro se siguen agravando
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios
ventana.flyLoaderQueue = ventana.flyLoaderQueue || [] ventana.flyLoaderQueue.push(()=>{ flyLoader.ejecutar([ { // Zona flotante aguas afuera ID de zona: 4536, contenedor: document.getElementById('fly_106846_4536') } ]) })