La aerolínea catalana Spanair deja de volar

En lo que se considera una nueva crisis en la aviación española, la aerolínea catalana Spanair anunció que suspende sus operaciones "ante la falta de visibilidad financiera para los próximos meses".

La aerolínea canceló esta noche el último vuelo del día, que tenía previsto despegar de Barcelona con la ciudad de Valencia como destino.

Oficialmente su actividad cesa a partir de las 2:00 horas del 28 de enero, según un despacho de la agencia alemana de noticias DPA.

El Ministerio de Fomento constituyó esta tarde un comité de coordinación y seguimiento en Barcelona, base de la aerolínea, con el objetivo de garantizar los derechos de los pasajeros, según informó el departamento de la ministra Ana Pastor en un comunicado.

Fomento ha instado a la aerolínea a cumplir con sus obligaciones con los pasajeros, así como a informar inmediatamente de sus planes.

Aena Aeropuertos, el ente público encargado de la gestión aeroportuaria, coordina con otras aerolíneas la recolocación de los pasajeros afectados.

La ruptura de las negociaciones con Qatar Airways, interesada inicialmente en comprar al menos un 49 por ciento de Spanair, ha dejado en una situación insostenible a la compañía española, que registraba fuertes pérdidas y un alto endeudamiento.

La administración catalana, principal accionista de una Spanair llamada en su día a convertirse en compañía de bandera catalana, informó además a la empresa que no habrá más aportes de fondos públicos, según informaron medios españoles.

La página web de la aerolínea dejó de funcionar a última hora de la tarde noche del viernes.

Pasajeros de Spanair citados por medios españoles aseguraron que los trabajadores de la compañía les informaron al aterrizar que no podrían tomar sus vuelos de regreso a partir de mañana sábado.

Aena ha reforzado el personal de atención en los aeropuertos en los que opera Spanair y en los de Madrid y Barcelona ha habilitado salas para atender a los viajeros que se queden varados.

Spanair, tercera compañía aérea española, cuenta con una flota de 29 aviones y unos 2.000 trabajadores. Indirectamente da trabajo a más de un millar de personas más.

La compañía se creó en 1986, inicialmente como una aerolínea de vuelos chárter. En 1994 comenzó a operar vuelos nacionales regulares, operaciones que tres años después se ampliaron a los mercados intercontinentales.

En 2010 tuvo pérdidas por 115 millones de euros. Un año antes habían sido incluso mayores, de 186 millones de euros