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Yago miente. Otelo es un boludo

Yago miente. Otelo es un boludo

martes 10 de enero de 2012, 16:34h
"Todo lo que dice el gobierno es mentira". Oí esto por mi casual cercanía a un grupo de tres hombres que conversaban frente al mar sentados en sillas de plástico. Era media mañana y daban la impresión de haber desayunado felizmente en familia, incluso con omelet y zumo de frutas frescas y semillas de sésamo blancas y negras.


Ese balneario de la costa era uno de tantos de moda, frecuentados por miles de turistas. Los tres hombres- adultos y sólidos, y de acento urbano- sostenían sendos diarios: dos eran "Clarín "y el otro "La Nación". No sé si más allá, bajo alguna sombrilla, algún otro veraneante leía algún otro diario menos obvio, ni tampoco especulo sobre si también repetía la mentira de la "mentira" que acababa de oír yo de boca de uno de aquellos hombres.


Era el día en que se anunció la noticia médica acerca del resultado de la operación de la Presidenta con la afortunada revelación de que no sufre cáncer; como el diagnóstico inicial había sugerido y algunos poseídos habrían deseado. A aquella frase le siguió la opinión de uno de ellos, quien señalando en una página del diario la imagen sonriente y agraciada de Cristina, capciosamente escogida para dejar en el lector la idea de que ella "ya sabía la mentira", dijo:" Sí, todo mentira y todo farsa". Comentario apenas un umbral más prudente que los del científico Nelson Castro, sobre instigado por el lenguaraz dueño de Perfil y complementos exitosamente inverosímiles porque la cosecha de crédulos sin fe nunca termina. Conseguí semblantear esa trilogía playera valorando la ficcional ética que al parecer los coincidía. Uso, por carencia auditiva en uno de mis oídos, un pequeño audífono; pero a pesar de ese hándicap y que el mar estaba movido y ruidoso, no pude dejar de escucharlos. En realidad quería hacerlo. Me da mucha curiosidad que gente de alguna composición cultural se permita comentarios tan bárbaros y se muestren seguros de estar enunciándolos desde un pedestal civilizado.


En "Yira Yira" Discepolín dice "Verás que todo es mentira". Pero lo dice desangrado de tanto apretar timbres sin que nadie responda. No lo dice con un diario en la mano. Y a él, en su época, lo buscaron silenciar esa misma clase de personas como aquellas  de la playa. Qué tema shakesperiano ese de la mentira. Ahí está  "Otelo" estragado por las mentiras de Yago. Hoy debe haber más "Yago" en los medios de comunicación dominantes que en los confesionarios y en los divanes de los sicoanalistas caros. Hace unos veinticuatro siglos un filósofo griego llamado Eubúlides se atrevió a jugar con la mentira. El tipo, que siempre criticaba a Aristóteles como si ya supiera que iba a ser un preferido de Mariano Grondona, la convirtió en una broma o paradoja. Y es ésta: "Un hombre dice que miente. Si eso es verdad entonces él no miente. Pero si miente diciendo que él miente, entonces es falso que él mienta". A ver si lo entiendo: "La antinomia consiste en afirmar que se miente y así si se dice la verdad se miente, y si se miente se dice la verdad". Que diluciden este conflicto los intelectuales de Carta Abierta o los de la novedosa Plataforma que serían capaces de ponerse a discutir acerca de la cuadratura del círculo con tal de probar que una nueva corporación académica viene marchando en aparente sucesión evolutiva al talibanismo popular. Ojalá logren entenderse entre sí y que los presumibles o hipotéticos beneficiarios de sus elucubraciones consigan entenderlos. No hay antecedentes.


Aquel fallo taxativo "Todo lo que dice el Gobierno es mentira",  remite a un twitter de Fernando Iglesias o a una Declaración de Margarita Stolbitzer o de un cliente de Spa a la que le aumentó súbitamente la sesión. Hasta podría ser el título de un nuevo libro de Luis Majul, cuya clientela da justo el target de esos tres señores de la playa. En cualquier listado de posibles sinónimos de "mentira" hay muchos: desde los más reconocibles como embuste, engaño, cuento, farsa, patraña, infundio etc., hasta otros más raros como este-trufa- que , aparte del tubérculo gourmet, quiere decir embuste. Mentira. En el compendio de las famosas leyes de Murphy está esta que se parece a la frase falsamente atribuida a Goebbels: "No importa cuán a menudo se demuestre que una mentira es falsa; quedará cierto porcentaje de personas que crean que es verdad". Ahora agrego una Ley mía: "Hay diarios y medios de comunicación mentirosos que siguen contando con la clientela voluntaria apropiada. Cuando descalifican a los otros diciéndoles "mentirosos" están haciendo transferencia de sus propios embustes".


El diputado socialista del FPV Jorge Rivas escribió el martes 10 lo siguiente: "...impresentables opositores que cirujean por el escenario político tratando de encontrar una hendija para erosionar al Gobierno con mentiras".
Si Otelo mató a su amada Desdémona instigado por las mentiras de Yago, será que Otelo era un boludo asesino y Yago un eficaz mentiroso.


Sobran Yagos en la oposición argentina. Ojalá cada día haya menos Otelos. Boludos
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