España, un país en el corazón del Nobel Vargas Llosa

El nuevo Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, tuvo este jueves hondas palabras de reconocimiento para España, primer país de su periplo vital y lugar donde le llegó el éxito y en el que vive actualmente una parte del año.

"España es un país que no era mío y se ha vuelto mío, es un país que yo quiero muchísimo", afirmó en conferencia de prensa en Nueva York.

"Gran parte de este premio se lo debo a España. En España es donde yo me hice un escritor conocido, así que quisiera en esta circunstancia agradecerle mucho a España todo lo que le debo como escritor", declaró por teléfono a la cadena TVE1.

"España es donde mi obra fue publicada, fue reconocida, fue promovida. Hay algunos españoles que han sido personas decisivas en la divulgación que han tenido mis libros, como Carlos Barral, que fue mi primer editor, el hombre que promovió tanto mi primera novela", recordó.

De su agente de toda la vida, la catalana Carmen Balcells, dijo: "También a lo largo de muchos años ha promovido, ha hecho lo imposible para que mi obra se conozca".

España fue el primer destino extranjero de su vida de adulto (de pequeño vivió en Bolivia): en 1959 viajó a Madrid con una beca y se doctoró en filosofía y letras en la Universidad Complutense, antes de irse a vivir a París, en los 60, y luego a Londres.

En los 70 también se instaló durante cinco años en Barcelona (noreste de España) junto a otros integrantes del "boom" latinoamericano de la literatura.

"En los años 70, Barcelona era la ciudad donde había que publicar y darse a conocer", aseguraba.

Tras su aventura política en Perú volvió a España, donde pidió la nacionalidad española (que mantiene junto a la peruana) para él y su familia al gobierno del socialista Felipe González, que recibió en 1993.

El ex dictador peruano Alberto "Fujimori no me reconocía como peruano y quería quitarme la nacionalidad. España me reconoció la nacionalidad y eso me salvó de convertirme en un paria", recordó este jueves.

Desde hace cerca de una década vive la mitad de año en Madrid (y otro tanto en Lima), en una céntrica vivienda cerca de la Opera.

En España ha recibido todos los grandes premios de la lengua española: el Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, el Cervantes, considerado el Nobel de las letras en español, en 1994, además del Biblioteca Breve y el de la Crítica Española.

Y el año pasado recibió en España el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald por "El viaje a la ficción: el mundo de Juan Carlos Onetti", y el II Premio Internacional "Don Quijote de la Mancha" por su contribución a la difusión de la cultura y la lengua españolas.

Además desde 1996 es académico de la Real Academia Española (RAE), donde ocupa el sillón "L", y miembro del patronato del Instituto Cervantes desde 1992.

A sus facetas de novelista, ensayista --sobre España ha estudiado entre otras cosas "Tirant lo blanc", novela de caballerías del valenciano Joanot Martorell del siglo VX-- y periodista con colaboraciones periódicas en el diario El País, ha sumado en España la de actor de teatro desde 2005 con "Las mil noches y una noche", "La verdad de las mentiras" y "Odiseo y Penélope".

Pero no sólo participa en la vida cultural española: en 2008, antes de las pasadas elecciones generales que dieron la victoria por segunda vez al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, Vargas Llosa anunció que retiraba su apoyo al Partido Popular (PP, conservador) para respaldar al entonces nuevo partido Unidad, Progreso y Democracia (UPyD).

Creada por la ex eurodiputada socialista Rosa Díez y apoyado por el filósofo y escritor Fernando Savater, es una formación antinacionalista y laica.

"Yo, que me considero un liberal, me siento cerca del Partido Popular en lo que son sus propuestas económicas" y "su defensa de la unidad española", "pero no me siento representado, en absoluto, en actitudes conservadoras reticentes por ejemplo al laicismo, a la separación de la Iglesia y el Estado, a la creación de una sociedad laica", explicó entonces.

En España criticó la guerra de Irak y después la política del gobierno de Zapatero hacia Cuba, Venezuela y Bolivia y ha participado activamente en iniciativas ciudadanas como la asociación "Basta Ya" contra ETA o en el pedido de artistas de democracia en Cuba.