A preguntas de los periodistas, el consejero de Cultura, Turismo y Deporte cántabro,
Francisco Javier López Marcano, recordó que la UNESCO ha catalogado como Patrimonio de la Humanidad nueve grutas cántabras, así como la existencia en la región de 84 cuevas con pinturas, 62 de ellas de la época paleolítica.
"Algo sabremos de monitorización", subrayó López Marcano, quien incidió en que de lo contrario, la UNESCO no hubiera realizado esa declaración y habría puesto a Cantabria "bajo sospecha", como, dijo, se ha hecho en otros lugares.
El consejero de Cultura defendió que en Cantabria "nunca se han protegido tanto las cuevas" como en la actualidad, y precisó que el informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el que se recomendaría el cierre de la cavidad para conservar las pinturas no alude a esa medida con "contundencia".
Según dijo, hay un párrafo en el citado informe en el que se usa la expresión "en el caso de que se decida", lo que él interpreta como que la "contundencia" de la propuesta de cierra no es "cerrada ni definitiva".
Además, defendió que el riesgo de organismos "invasores" o los efectos del agua y el aire sobre las pinturas, principales "adversarios" de las pinturas, es algo que "ha existido siempre" en la cueva de Altamira.
"Como agua de mayo"
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, insistió en que el Patronato de Altamira "en bloque" y sus representantes cántabros "abogarán y exigirán" por la apertura de la gruta, un "activo" al que la comunidad "no puede renunciar". Los cántabros esperan la reapertura de esta "joya única en el mundo" como "agua de mayo" y en un clima de "consenso general".
Por su parte, el consejero de Cultura avanzó que los representantes que puede designar Cantabria como vocales en el Patronato de Altamira responderán a un perfil técnico y científico, a los que se recurrirá en busca de asesoramiento.
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