Después de las aceradas críticas de la práctica totalidad de los grupos políticos por haber obviado en Ginebra, en una reunión de derechos humanos, la muerte en las cárceles castristas del disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, Zapatero ha hablado por fin. Y lo ha hecho muy sutilmente en una reunión en el Congreso de los Diputados, en Madrid, con presidentes del Parlamentos de los países miembros de la Unión Europea. Pero su referencia a este episodio ha sido muy medida, con la evidente intención de no molestar a los hermanos Castro.
“Hemos tenido que soportar la muerte de Orlando Zapata”, dijo Zapatero a los parlamentarios de exteriores de la UE, y añadió que “debemos exigir al régimen cubano que devuelva la libertad a los presos de conciencia y que respete los derechos humanos”. Pero hasta ahí. No hubo una condena explícita al régimen que ahora dirige Raúl Castro, sin duda por no incomodar la política que España sigue con respecto a Cuba.
Zapatero hizo esa referencia dentro del bloque de su intervención dedicado a las prioridades del semestre europeo de presidencia española de la UE, en concreto en materia de política exterior común, y más concretamente al hablar de los derechos humanos. Dentro de ese bloque, Zapatero dijo a los parlamentarios de la UE que “estamos en condiciones de dar más coherencia a la política exterior europea”, pero para que Europa hable con una sola voz “necesitamos voluntad política” de todos los países miembros. Es decir, que no basta sólo con el Tratado de Lisboa.
En ese punto, el presidente español ha pedido que la UE se comprometa con una sola voz -una sola política- a defender la extensión de la democracia a todos los continentes, que la Unión no permanezca impasible ante lo que ocurre en el mundo y que se convierta en “la vanguardia en la lucha a favor de los Derechos Humanos”.
Fue en ese punto donde hizo una breve reflexión para citar al disidente cubano Orlando Zapata, muerto en las cárceles cubanas después de una larga huelga de hambre. Pero Zapatero obvió cualquier condena explícita al régimen de los hermanos Castro.
La reunión, celebrada en la Sala de Columnas del Congreso de los Diputados, ha estado presidida por el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, el nacionalista catalán Josep Antoni Duran i Lleida, y, como curiosidad, a la misma ha asistido una delegación de Turquía, país que negocia la entrada en la UE.
Moratinos: no al bloqueo ni a las sanciones
Posteriormente a la intervención de Zapatero, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dijo en la reunión que la política de bloqueo y sanciones a Cuba no da mejores resultados que la del diálogo. Lo dijo después de lamentar los acontecimientos que "desgraciadamente" se vivieron el martes y el miércoles en Cuba, en alusión a la muerte de Orlando Zapata y en el coloquio que mantuvo con los parlamentarios europeos.
Moratinos defendió que la UE "siempre ha apoyado los mecanismos de diálogo y de exigencia". "Se hace con Cuba y se hace con Bielorrusia", dijo, y lanzó una pregunta retórica: "¿Es que la política del bloqueo, las sanciones a Cuba dan mejores resultados? No han dado muy buenos resultados", se contestó a sí mismo.
Una resolución de condena a Cuba
Tras la intervención de Zapatero, la situación en Cuba ha tenido continuidad en la reunión de representantes de Exteriores a través de una propuesta del responsable portugués, José Ribeiro de Castro, que ha solicitado a Moratinos una resolución de condena. “Sería importante que de esta reunión saliera una resolución en los términos expresados por el presidente Zapatero”, dijo, en un perfecto español, Ribeiro de Castro, un dirigente del centrista CDS portugués muy militante contra el régimen cubano.
Moratinos pasó la pelota al presidente de la reunión, Duran i Lleida, quien recordó que ya el Parlamento español aprobó una resolución similar un día antes y pidió al portugués que redacte una propuesta de resolución para su discusión y votación en la Comisión.
Castro se declara inocente:
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El presidente pide la libertad de los disidentes cubanos, aunque sigue sin criticar abiertamente a los Castro
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