La política de austeridad a la que se ve forzado el Gobierno español está contribuyendo a deslucir la presidencia semerstral europea, ya lastrada por algunos roces diplomáticos con la presidencia institucional de la UE, encarnada en
Van Rompuy. Casi a la mitad de su presupuesto inicial han quedado reducidas algunas ‘cumbres’ informales de las muchas que aún han de celebrarse en España con motivo de la presidencia semestral. El ARPE (Alto Representante para la Presidencia Europea), el embajador ya jubilado
Nicolás Martínez Fresno, está teniendo que vérselas y deseárselas para llevar a cabo las tareas previstas, que incluyen cerca de trescientas reuniones internacionales en territorio español. Los recortes han supuesto que, en muchos casos, esas reuniones no puedan celebrarse fuera de Madrid, como estaba proyectado, y que almuerzos y cenas queden suprimidos o minimizados de manera drástica.
Ello puede influir incluso en la próxima ‘cumbre’ Iberoamérica-UE, prevista para mediados de mayo en Madrid. Será el acto más relevante de la presidencia española, una vez que decayó la ‘cumbre’ EE.UU-UE. Pero, hasta el momento, son pocos los jefes de Estado que han confirmado su asistencia, y las tensiones internas no están siendo pocas, una vez que entre los que sí han confirmado que acudirán se encuentra
Porfirio Lobo, el discutido presidente hondureño, que no es aceptado por el ‘frente bolivariano’, con el venezolano
Hugo Chávez a la cabeza. Ello hace que se considere muy probable que Chávez no acuda a la cita de Madrid, y que tampoco lo hagan el boliviano Evo Morales ni, desde luego,
Raúl Castro, que no tiene intención de recibir reprimendas tras haber dejado morir de hambre en prisión al disidente
Orlando Zapata. Por otro lado, algunos mandatarios latinoamericanos se encuentran en pleno rodaje o sin haber tomado aún posesión de sus cargos, como es el caso del chileno
Piñera.
Sí parece segura la asistencia del mexicano
Felipe Calderón, que tiene una ‘cumbre’ bilateral previa con la UE en Santander, y del brasileño
Lula, que ya ha confirmado su presencia en un acto organizado para esos días por el diario El País. Además, a finales de mayo tendrá lugar un encuentro bilateral España-Brasil en Río de Janeiro, con asistencia de Zapatero, en torno a la Alianza de Civilizaciones, y se considera que Lula no querrá desairar a su anfitrión ausentándose la ‘cumbre’ Iberoamérica-UE.
Esa ‘cumbre’ en Madrid marcará prácticamente de hecho el fin del semestre presidencial español, aunque el término oficial se produzca a finales de junio. Después, vendrán las conclusiones y el repaso a lo que se ha hecho bien o mal...
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