Los combates entre militares colombianos y rebeldes de las FARC en un paraje del departamento de Nariño (fronterizo con Ecuador) obligaron a unos 300 indígenas de la comnidad Eperara Siapidara a desplazarse de sus zonas de resguardo, informó la Defensoría del Pueblo.
El desplazamiento masivo fue ocasionado por un enfrentamiento entre unidades de la Infantería de Marina e integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el pasado 31 de enero, mientras los aborígenes realizaban una asamblea de la asociación de cabildos indígenas de la región.
El Defensor del Pueblo, Vólmar Pérez, expresó su preocupación por la situación que viven los indígenas Eperara Siapidara, los cuales llegaron a la comunidad de Boca de Víbora, ubicada cerca de la cabecera del municipio nariñense de Olaya Herrera.
Asimismo, precisó que los refugiados pertenecen a los caseríos La Tórtula (22 familias), Casa Grande (23 familias) y Robles (15 familias).
Los nativos denunciaron que los grupos armados ilegales realizan retenes en las zonas urbanas y por eso convocaron a la asamblea de la asociación de cabildos indígenas Eperara Siapidara de Nariño.
Un total de 2,4 millones de colombianos han tenido que dejar su pueblo o ciudad desde 2002 debido a la agudización del conflicto armado como consecuencia de la "política de seguridad democrática" aplicada por el presidente Álvaro Uribe, según un informe difundido a finales de enero por la organización no gubernamental Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes).
Esos 2,4 millones de personas suponen el 49 por ciento de los 4,9 millones de desplazados que ha dejado la guerra interna en los últimos 25 años, agregó Codhes.
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