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Con una inversión de 200 millones de dólares, la empresa estadounidense Becton Dickinson abrirá en San Luis Potosí una planta de manufactura de productos para tratamiento farmacológico, que generará mil nuevos empleos.
El consorcio, especializado en tecnología médica y para el diagnóstico de las enfermedades infecciosas, planea también expandir sus instalaciones en Cuautitlán, estado de México y construir una nueva planta de esterilización.
Con estas instalaciones, la empresa proyecta incrementar su producción de jeringas e iniciar la de cánula para jeringa, catéteres y agujas hipodérmicas para atender la demanda de productos en Estados Unidos, Europa, América Latina y Asia.
La firma, dedicada al desarrollo, fabricación y comercialización de suministros médicos, instrumentos de laboratorios y sistemas de obtención y almacenamiento de muestras, convierte a México con estas inversiones en su centro de manufactura más grande a nivel mundial.
En 1957 estableció su primera planta en México, y a la fecha cuenta con cuatro en Cuatitlán Izcalli, estado de México y Nogales, Sonora, que generan tres mil 500 empleos.
La empresa, fundada en 1897, desarrolló en 1951 la primera jeringa para inyección de insulina, tiene presencia en 50 países, a 2007 contaba con 28 mil empleados y el año pasado reportó ventas por 7.2 billones de dólares.
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