En particular, y para apoyar al "papel de la evangelización", y siguiendo recomendaciones recibidas, autoriza el acceso de las mujeres al "ministerio instituido del lectorado y acolitado". Eso implicará que en las ceremonias oficiales las mujeres puedan leer la Biblia o dar la comunión, según expertos.
"Los Padres sinodales expresaron el deseo de que el ministerio del Lectorado se abra también a las mujeres", explica.
El Papa recuerda que este ministerio es "específico de los obispos, sacerdotes y diáconos". En todo caso, remarca que "algunas asambleas del Sínodo de los Obispos han evidenciado la necesidad de profundizar doctrinalmente en el tema" de incluir a las mujeres en las liturgias.
"Dispongo también la modificación de los otros elementos, con fuerza de ley, que se refieren a este canon", firma en su carta.
"He considerado oportuno establecer que se puedan instituir como Lectores o Acólitos no sólo hombres, sino también mujeres, en los cuales y en las cuales, mediante el discernimiento de los pastores y después de una adecuada preparación, la Iglesia reconoce la firme voluntad de servir fielmente a Dios y al pueblo cristiano", explica.
Argumenta Francisco que "la decisión de conferir también a las mujeres estos cargos, que implican estabilidad, reconocimiento público y un mandato del obispo, hace más efectiva en la Iglesia la participación de todos en la obra de evangelización".
Capítulo aparte será, para el futuro, permitir a las mujeres ordenarse sacerdotes, como algunas religiones sí permiten, como la Iglesia anglicana. Algunas iglesias evangélicas también permite que haya mujeres pastores.