Una cosa es que los Estados tengan que tener servicios de espionajes
para su propia seguridad y otra bien distinta es que se hagan informes
de casi todo y de casi todos, a veces con nulo valor informativo para
los países. Más bien pareciera que buscaran encontrar datos morbosos,
íntimos o absurdos. Es el caso de una agencia de espionaje que trabaja
para otros países por contrato, y que ahora ha sido desvelada por
Wikileaks y
publicado en España por Público.es.
En esa información confidencial la víctima ha sido
José María Aznar,
quien aparece en un cable como un político radical y ridículo.
"¿Alguien tiene preguntas para el ex primer ministro español Aznar, no
vaya a ser que me quede dormido?", bromeaba la directora de Inteligencia
Geopolítica de Stratfor, la agencia que funcionaba como una especie de
CIA, sólo que por contrato.
"Va impecablemente vestido, lleva el
pelo más hermoso... ¡Tan sedoso y brillante! Podría preguntarle qué tipo
de champú usa...", decían también de él. Además, le llamaban "radical"
por sus posiciones ideológicas, como por ejemplo con la banda terrorista
ETA.