El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, reconoció este lunes que le "preocupa" la respuesta social por la posible salida del preso etarra José Ignacio De Juana Chaos del Hospital Donostia de San Sebastián, donde permanece ingresado desde el 1 de marzo para recuperarse de la huelga de hambre.
Al ser preguntado sobre esta cuestión, tras inaugurar unas jornadas sobre 'Inmigración y Justicia' en la Casa de América de Madrid, el titular de Justicia se limitó a señalar que le preocupaba, pero rogó que se le haga la misma pregunta al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que "es el competente en la materia".
"El día que Justicia recupere competencias en materia de Instituciones Penitenciarias estará a disposición de contestar a estas preguntas", espetó al ministro a los periodistas. Y mientras el etarra ha dejado caer a su entorno que si le obligan a colocarse la pulsera dejará de comer, en otro pulso al Gobierno.
Por su parte, el secretario general del PP, Ángel Acebes, aseguró que será una "humillación y vejación" al Gobierno, a las víctimas del terrorismo y a los ciudadanos que De Juana Chaos sea enviado a su casa para cumplir lo que le resta de prisión y controlado "con una llamadita telefónica" y reiteró la reclamación del partido de que el etarra, que no ha ofrecido "ni arrepentimiento ni rectificación" vuelva a la cárcel.
Así respondió Acebes en rueda de prensa hoy en la sede nacional del PP a las manifestaciones del portavoz de Askatasauna, Juan Mari Olano, sobre la mejoría física del preso y en las que asegura que el Gobierno se comprometió a trasladarle a casa y sin pulsera, sólo con control telefónico.
Para el dirigente del PP, es una "humillación" general "que se vaya a su casa sin la pulsera y humillando y haciendo pasar por el aro todo el tiempo al Gobierno de la Nación". "Decir que el control ahora va a ser que le van a hacer una llamadita telefónica es una humillación al Gobierno, pero es además someter a las víctimas y ciudadanos a otra humillación y vejación intolerables", agregó.