¿Ahora lo dice?
Un testigo afirma que Mangeri acosaba a dos empleadas del edificio
martes 01 de octubre de 2013, 13:12h
El juez que investiga el crimen de Angeles Rawson citó a
declarar a un nuevo testigo que asegura que dos empleadas domésticas que
trabajaron en el edificio de Ravignani 2360 renunciaron porque eran acosadas
por el imputado Jorge Mangeri, informaron fuentes judiciales.
Se trata de un hombre que envió a la Fiscalía de Instrucción
35, a cargo de Paula Asaro, un e-mail en el que afirma un vecino del edificio
donde vivía Angeles le contó a su madre que a él se le fueron "dos
empleadas domésticas cansadas de que este señor (por Mangeri) las acosara
constantemente".
El correo electrónico fue enviado a la fiscalía el pasado 18
de septiembre y cuando la fiscal Asaro se lo remitió al juez Javier Ríos, el
magistrado dispuso que el remitente sea citado a declarar a su juzgado, el de
Instrucción 17, ubicado en el quinto piso del Palacio de Tribunales.
En el mail, titulado "Dato causa Mangeri" y al que
tuvo acceso Télam, el denunciante -cuya identidad se mantiene en reserva para
preservar al testigo-, asegura: "Hace ya unos cuantos días he tomado
conocimiento de un dato que tal vez sea de importancia para fortalecer la
acusación contra el actual imputado Mangeri".
El hombre explica que su madre y su padre viven en un
edificio situado en la vereda de enfrente pero en diagonal al de Ravignani 2360
y que "el caso Angeles ha conmocionado la cuadra" y "es tema
obligado cada vez que se reúne la familia".
"Puntualmente en una de estas charlas familiares tomé
conocimiento indirecto (a través de mi madre) sobre dichos de un vecino del
edificio donde vive el portero", escribe el testigo.
El hombre además individualiza a ese vecino como el varón de
una pareja de ancianos que fue filmada por los canales de televisión cuando la
noche del 26 de junio todos los vecinos de Ravignani 2360 fueron trasladados
por la Policía Metropolitana a declarar a Tribunales por decisión del juez de
la causa.
El testigo explica que su madre se cruzó con ese vecino en
la calle y le dijo: "¿Cómo le va? Qué bárbaro lo que ha pasado", y el
anciano le contestó: "Señora, lo que tiene que pasar es que el portero no
salga más de la cárcel".
Siempre según el diálogo que reproduce en el mail, su madre
le preguntó al vecino: "Ustedes en el edificio ¿creen que fue él?", y
éste respondió: "Pero señora, ¿qué le parece? A mí se me fueron dos
empleadas domésticas cansadas de que este señor las acosara
constantemente".
Además, en el correo electrónico el testigo cuanta que
cuando su madre le preguntó al anciano si él había declarado esto en
tribunales, el hombre le contestó: "No, yo no voy a andar contando nada.
Pero si les tuve que pedir que hagan un montón de correcciones a mi declaración
porque escribieron un desastre".
Por último, el testigo reconoce en el mail que lo que él
cuenta "podría ser chusmerío de viejas de barrio", pero afirma que
"parece un dato objetivo que tal vez pueda chequearse", que puede
"ser un aporte al esclarecimiento" o "robustecer la
acusación" y se pone a disposición de la Justicia.
Esta no es la primera vez que algún testigo declara que
Mangeri solía piropear o acosar a mujeres del barrio.
En la causa declararon una empleada de una inmobiliaria que
afirmaba que el portero le ofreció "100 pesitos" para ir al sótano, y
una mujer que también denunció vía mail que su empleada, quien vive en la casa
tomada ubicada junto al edificio de Ravignani 2360, le dijo que Mangeri la
acosaba cada vez que pasaba.