madrid 2020 rajoy felipe blanco botella

Si a algún despistado se le hubiera ocurrido pasar por el cuarto piso del Hotel NH, y presenciar la rueda de prensa de la delegación española, no hubiese estado muy desacertado si pensaba que se estaba despidiendo a un ser querido. Las caras y gestos lo decían todo, las lágrimas, eran un lugar común, y hasta el mismo Alejandro Blanco se "quebró" una vez finalizado su discurso, y entre dos deportistas trataba de esconder su llanto.