Primero reprochó al presidente
Zapatero que esas cuentas están "
desfasadas" -
"porque hasta lo dice Solbes, que no es un cualquiera"-, pero más bien quiso que la pregunta fuera por otro lado:
Rajoy le reprochó que va a aprobar estos presupuestos con el apoyo de un partido (el PNV, al que no quiso citar) que opina igual que Solbes... De paso, recordó que ese apoyo se deberá a que el Estado traspasa al País Vasco las competencias en I+D+i y a que ha llegado a un acuerdo para mejorar la condiciones de las jubilaciones en la Ertzaintza.
El presidente dio una respuesta tranquila en la que quiso dejar claro que "
los acuerdos a los que llegamos con el PNV se reproducen en los mismos términos que ustedes", en referencia a la primera legislatura de
Aznar, sin mayoría absoluta. Y recordó a Rajoy:
"Cuando lo hacía ustedes antes era por interés general... ahora es para favorecer... tenga un poco menos de hipocresia".
Fue entonces cuando Rajoy perdió los papeles e insistiendo en el mismo tema dio la frase del día:
"Hemos asistido a una descomunal bajada de pantalones", en referencia a las cesiones a los nacionalistas vascos.
Zapatero, siguiendo con la misma postura sosegada, ante los abucheos y comentarios generalizados de la bancada socialista, explicó a su rival político que "la policía autónoma vasca parte de una situación desigual para la jubilación a diferencia de otras policías: merece la pena que lo conozca".
Aunque no dejó pasar la ocasión para devolverle el comentario: "
Me parece que conviene que deje los pantalones a los que ha hecho referencia y que se aplique coherencia y rigor". Fue entonces cuando el presidente del Gobierno recordó, haciendo un repaso por la Historia reciente, que el PP hizo lo mismo:
"Ustedes pactaron cuatro presupuestos con PNV, CiU, Coalición Canaria... y ahora nos reprochan transferencias que hicieron ustedes. Pero si los hacemos nosotros, no se creíble". Lamentable espectáculo, de nuevo, en el Parlamento de todos.