La crisis financiera hace estragos en el mercado brasileño

La crisis financiera internacional hizo estragos hoy en el mercado brasileño, mientras el Gobierno y empresas encendieron los focos rojos por los peligros que la situación actual supone para la economía de este país emergente.

Brasil, que según sus autoridades está blindado contra la crisis por sus fundamentos macroeconómicos, sintió hoy en los mercados de acciones y cambiario el choque externo causado por el rechazo de la Cámara de Representantes de EE.UU. al plan de rescate financiero presentado por el Gobierno de George W. Bush.

El índice Ibovespa de Sao Paulo se hundió el 9,36%, hasta los 46.028 puntos, su peor resultado de cierre en una década, mientras que el real se depreció el 6,14% ante el dólar, el mayor revés porcentual desde enero de 2002, y la divisa estadounidense terminó el día a 1,968 reales para la venta.

La bolsa tuvo incluso que interrumpir sus actividades por media hora en la segunda mitad de la sesión al activarse el mecanismo de "cortocircuito" cuando el Ibovespa perdía el 10,16%.

El vendaval que barre desde hace semanas a los mercados de Brasil, considerado una potencia emergente, llevó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva a reunirse hoy con su ministro de Hacienda, Guido Mántega, para analizar la situación.

Mántega reiteró que "el mercado brasileño está bien, está sólido", pero reconoció que "evidentemente falta un poco de crédito en dólares" en el sector exportador.

"Constatamos que hubo una disminución del crédito por parte de los bancos privados y nosotros, la semana pasada, colocamos más liquidez en el mercado" al disminuir la tasa que los bancos deben recoger para el Banco Central, anotó el ministro.

El presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, reconoció que el Gobierno brasileño se ha llevado "una sorpresa" con lo que definió como "una crisis seria", aunque recordó que en el caso de Brasil, el país tiene más reservas en dólares que deuda externa, lo que le da solidez para enfrentar cualquier emergencia.

Sin embargo, Lula fue más entusiasta y al ser preguntado sobre los efectos de la crisis en Brasil dijo que "la bolsa históricamente sube y baja".

"Normalmente, en momentos de nerviosismo económico, las bolsas en el mundo entero caen. No es solo la bolsa brasileña, son las bolsas en el mundo entero las que están cayendo y va a depender mucho de la sabiduría del Gobierno y de los políticos estadounidenses para resolver la crisis", señaló Lula.

Una opinión distinta tienen los analistas financieros, quienes consideran que a pesar de la postura oficial, la crisis puede traer graves consecuencias para el país.

El director de la Asociación de Analistas y Profesionales de Inversiones en el Mercado de Capitales de Brasil (Apimec), Antonio Carlos Colangelo, comentó que "a corto plazo no hay una solución" para la turbulencia que sacude al mundo financiero y puede pasar a la economía real.

"La dificultad para aprobar un plan de rescate se hace más difícil en EE.UU. con la proximidad de las elecciones presidenciales", anotó.

Colangelo advirtió sobre las dificultades que empiezan a encontrar empresas nacionales que apostaron a un real fuerte y un dólar devaluado y ahora ven cómo sus finanzas están en peligro con la inesperada devaluación de la moneda nacional.

La fabricante de productos cárnicos Sadia y la papelera Aracruz ya admitieron millonarias pérdidas en sus últimos balances, atribuidas a las operaciones de riesgo en el mercado cambiario.

Según el banco estadounidense JPMorgan, la siderúrgica CSN podría perder 600 millones de dólares por ese tipo de operaciones, aunque la empresa niega esa situación.

Para evitar más pánico en el mercado, varias compañías brasileñas, como el fabricante de aviones Embraer, han emitido comunicados en los que se anticipan a aclarar que usan instrumentos derivados exclusivamente para protegerse de los riesgos de la variación cambiaria, "sin cualquier carácter especulativo".

Pese a que las autoridades intentan transmitir calma a los mercados, empresas de la economía real empiezan a acusar golpes fuerte en la bolsa, como es el caso de la constructora Rossi Residencial, cuyas acciones ordinarias cayeron hoy el 22,57%, mientras que las de las siderúrgicas CSN y Usiminas perdieron el 15,36 y el 14,64%, respectivamente.