“En esfuerzo, entrega, valentía y en amor por los hombres y mujeres del PP no le tengo nada que envidiar a nadie”

María Dolores de Cospedal se ha revelado como una mujer de armas tomar. Su primera intervención como secretaria general del PP de Mariano Rajoy ha levantado más que aplausos ovaciones entre compromisarios y asistentes a la clausura del XVI Congreso Nacional del PP, que ha reunido a más de cinco mil personas entre compromisarios, invitados y periodistas acreditados al macrocónclave popular. De Cospedal ha salido con la espada vengadora y ha pedido guerra.

    Su primer discurso lo ha estructurado con mucha habilidad en tres frentes bien distintos, con tres tonos diferentes, uno para cada bloque. Quien pudiera pensar que sería débil, política o humanamente, se equivoca. Ha quedado claro en su primera intervención: ha hablado con claridad, sin términos medios. Puede resultar una advertencia para navegantes.

Gracias a los 'animales políticos' que la preceden
Su primer bloque lo ha dedicado al tema afectivo: su mundo personal –las gracias a su familia, a sus padres- y su mundo político, los militantes del PP, su aprecio explícito por Ángel Acebes, por Javier Arenas, por Juan Carlos Aparicio, aquellos con los que ha trabajado. Y su respeto por los ‘animales políticos’ que le han antecedido en el cargo, Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas y Acebes. Pero que nadie se llame a engaño: “En esfuerzo, entrega, valentía y en amor por los hombres y mujeres del PP no le tengo nada que envidiar a nadie”. Ojo al dato.
    
    Su segundo bloque lo ha sido en clave política interna, dedicado a los militantes del Partido Popular. Les ha pedido perdón por adelantado por los errores que pueda cometer, pero les ha prometido mano firme para estructurar un partido que pueda ganar las próximas elecciones generales… y autónomicas en el feudo socialista de Castilla-La Mancha, donde le ha pedido a Rajoy seguir siendo presidenta regional.

Un mensaje político para el PSOE

    Su tercer bloque ha sido plenamente político, dirigido a los frentes interno y externo, con mensajes muy claros al Partido Socialista: “No les vamos a consentir que den carnés de buenos y malos, de tolerantes o no, porque aquí los demócratas, los tolerantes están en el PP”; o “estamos aquí porque vamos a ganar: somos el mejor partido de España”, o “igualdad de sexos, desde luego, pero igualdad para todo… no se defiende la igualdad creando ministerios vacíos”, o “nosotros, gracias a Dios, no somos un partido de miembros y miembras, somos un partido de afiliados”, o “hay grandes diferencias entre creer en la democracia y servirse de ella en muchas ocasiones”, o, finalmente, “no se hagan ilusiones, señores del Partido Socialista, porque ustedes no son mejores que nadie”.

    Y un colofón: el recordatorio de que España es una, de que ceutís y melillenses son más españoles que nadie, que hay que recompensar el esfuerzo y sacrificio de los militantes populares en el País Vasco… Y, así, el auténtico alcance de la inclusión de María del Mar Blanco, la hermana de Miguel Ángel, en la Ejecutiva del PP… María Dolores dará mucho que hablar.