Anda revuelto el sector sanitario madrileño con el anuncio de concentraciones, que no huelgas, por parte de determinados especialistas médicos (analistas y radiólogos, entre otros) ante la actuación de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, dirigida por Juan José Güemes, sobre el catálogo de servicios de los nuevos hospitales. Esta semana van a protagonizar varias protestas, en el hospital Gregorio Marañón y en la sede de la Consejería, en pleno centro de Madrid, con lo que se agravará el caos circulatorio propio de estas fechas.
Entretanto, el consejero Güemes aprovecha cualquier oportunidad para provocar al ministro de Sanidad y Consumo,
Bernat Soria, en medios de comunicación especializados. Pero éste, más político que investigador y, como está demostrando, buen comunicador, no hace más que despreciar al joven consejero –un valor en alza en el Partido Popular- y dedicarse a medir sus fuerzas con el portavoz de Sanidad por el PP en el Congreso, el doctor
Mario Mingo. Dos pesos pesados que ya han demostrado sus capacidades dialécticas en la Cámara Baja y que, volverán a medirse antes de que el presidente
Rodríguez Zapatero disuelva el Parlamento para convocar las elecciones generales del próximo mes de marzo.
De momento, el miércoles 12 se verán las caras el consejero madrileño y el ministro de Sanidad, en el último Consejo Interterritorial de este año que, entre otros asuntos, abordará el proyecto de decreto de los nuevos precios de referencia de los conjuntos de medicamentos y sus precios de referencia en el Sistema Nacional de Salud.
Pero si el consejero de Sanidad madrileño no lo tiene fácil para disfrutar de unas navidades tranquilas, tampoco el ministro Soria tiene un panorama envidiable. En estos momentos el titular de la Cartera de Sanidad y Consumo es el miembro del Gobierno que más actividad está desarrollando, por encima incluso del presidente del Ejecutivo. Ha conseguido calmar al amplio colectivo de enfermeros-as liderados por
Máximo González Jurado y a los licenciados en Medicina que optan al MIR, y tiene tiempo para hacer un guiño a los farmacéuticos de
Pedro Capilla, al anunciar en el Senado que “el Gobierno de España defiende el modelo español de oficinas de farmacia”. Esta afirmación la hizo Soria en contestación a una pregunta oral que le formuló la senadora
Nuria Aleixandre, de Convergencia i Unió, sobre si el Ministerio de Sanidad y Consumo tiene prevista alguna actuación para hacer cumplir la normativa europea de libre mercado de los productos farmacéuticos y asegurar el abastecimiento en el mercado español. Esta pregunta-trampa la contestó Bernat Soria señalando que la trazabilidad, junto con la tarjeta digital, la receta electrónica y la informatización del sistema es lo que va a permitir añadir seguridad. Insistió en que las medidas de ciertos países del norte de Europa, que calificó de ultraliberales, “no son compartidas por España y espero que tampoco sean compartidas por su grupo”.
Y, a todo esto, Elena Salgado, ahora ministra de Administraciones Públicas y antes de Sanidad y Consumo, la que se empeñó en que los españoles teníamos que dejar de fumar y de beber y de …., pues es cabeza de lista por el PSOE por Cantabria en las elecciones generales de marzo. Habrá tiempo de esbozar algunos trazos de esta candidatura y contar lo que se está cociendo entre bambalinas entre los socialistas cántabros.
Si (
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