La candidata favorita va a lo seguro en los últimos días de campaña

País lleno, además, de tensiones, pero aparentemente producto de las pujas por el reparto de ese crecimiento: en la misma noche del lunes, cuando la candidata oficialista pronunciaba su discurso tranquilo, sin tomar mayores riesgos, el gremio ferroviario, que no puede ser ubicado como izquierdista o combativo sino más bien de tradición peronista, anunciaba para el martes una huelga en la capital del país y el conurbano, para horror de cientos de miles de personas que usan los trenes urbanos cada día.

El gobierno tuvo que intervenir urgentemente para evitar esa huelga, mediar entre el sindicato y las empresas -los ferrocarriles fueron privatizados por el presidente Carlos Menem en los 90-, y la protesta fue levantada a último momento.

En tanto, el presidente Néstor Kirchner volvió a echar sobre sus hombros uno de los hechos más penosos de estos días en el país, el asesinato de tres policías en la provincia de Buenos Aires, distrito principal del país, justamente el mismo en el que habló su esposa en la noche del lunes, sin mencionar esa masacre.

El gobierno trabajó desde el comienzo con la hipótesis de una acción política para desestabilizarlo, y reforzó la línea al hacer trascender que la inteligencia investiga la posibilidad de que acciones de violencia similar puedan registrarse en Mendoza, en el oeste del país, límite con Chile.

De Mendoza es el candidato a vicepresidente. Luis Cobos, proveniente del partido radical, fraccionado a más no poder y uno de cuyos sectores quedó bajo la éjida de los Kirchner, en lo que es llamado oficialmente "transversalidad".

Para los radicales opositores, en cambio, lo que hizo el gobierno nacional fue comprar voluntades políticas mediante el empleo del superávit fiscal y desarticular así a un partido que viene acumulando derrotas en las urnas pero, a pesar de ello, abastece con dirigentes a muchas otras fuerzas, alianzas, coaliciones y pactos.

En territorio bonaerense, bastión casi permanente del peronismo, Cristina Fernández fue así a lo seguro incluso con los rescates históricos: habló de "segunda reindustrialización", evocación de la primera atribuida al peronismo, a mediados del siglo XX, entonces de la mano de su fundador y líder, Juan Domingo Perón.
Se multiplican en tanto los mensajes pagos por radio y televisión, en búsqueda fatigosa de la atención de los votantes que, según percepciones muy extendidas aunque no certificadas científicamente, están más bien apáticos.

Con apatía no se generan cambios políticos, y eso parecen decir las encuestas que dan ganadora ya en primera vuelta a la candidata oficialista, si bien varios opositores insisten en afirmar que todos los sondeos fueron comprados por el gobierno.