José Ignacio de Juana Chaos (Legazpia, Guipúzcoa, 1955), se ha convertido por derecho propio en la pesadilla del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Los titubeos gubernamentales con este sanguinario etarra, debido al proceso de negociación que Zapatero puso en marcha con la banda terrorista ETA, han tenido un coste político para el Ejecutivo socialista. Pero la pesadilla no ha terminado: el próximo 2 de febrero de 2008, prácticamente en plena campaña electoral, De Juana Chaos habrá cumplido dos tercios de su condena. En esa fecha se tiene que reunir la junta de revisión para tratar justamente este caso. ¿Le dejarán en libertad?
Aunque ha sido imposible contactar con prensa de Instituciones Penitenciarias, parece que el Gobierno se ha adelantado al escándalo y que la junta de tratamiento va a decir que no ha lugar a medidas a favor del preso. Es decir, que tiene que cumplir la condena íntegra hasta agosto de 2008, dicen, cuando ya habrán pasado suficientemente las elecciones generales. Es la forma que existe de desactivar lo que ya comienza a conocerse como ‘la bomba De Juana’. Sin embargo, otros computos abertzales hablan de enero de 2008 cuando cumple la condena del etarra. ¿Quién dice verdad?
De Juana Chaos es responsable de 25 asesinatos, de los cuales ha declarado no arrepentirse y ha mostrado repetidamente su satisfacción por diversos crímenes cometidos por ETA mientras estaba en prisión. Tras su detención en la madrugada del 16 de enero de 1987 en un piso franco en Madrid –junto a los otros miembros del comando, Esteban Esteban Nieto, Inmaculada Noble Goikoetxea, que sería posteriormente su compañera sentimental, Antonio Troitiño Arranz, María Teresa Rojo y Cristina Arrizabalaga Vázquez-, fue condenado a 3.129 años de prisión, de los que cumplió poco más de 18.
En 2005, a punto de salir libre debido a los beneficios de redención de pena que preveía el Código Penal de 1973, por el que fue juzgado, tras poco más de 18 años en prisión, fue procesado y decretada su prisión preventiva por escribir dos artículos de opinión en el diario Gara: “Gallizo” (contra la responsable de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo) y “El Escudo”, en los que, según sentencias de la Audiencia Nacional y Tribunal Supremo amenazaba a responsables de prisiones, políticos y jueces.
Ahí justamente es donde se inició un continuado escándalo con el ‘caso De Juana’, con huelgas de hambre y montajes fotográficos de por medio, que, coincidiendo con las negociaciones Gobierno ETA y PSOE-Batasuna y convenientemente aireado el escándalo por la oposición conservadora y determinadas asociaciones de víctimas, ha afectado negativamente a la imagen del Gobierno socialista. Y de ahí es de donde arranca la actual historia.
Aunque la Fiscalía había solicitado en un primer momento 96 años de prisión por esos dos artículos en Gara, el 8 de noviembre de 2006 la Audiencia Nacional condenó a De Juana Chaos a 12 años y siete meses de reclusión por amenazas terroristas. La sentencia fue recurrida y el 26 de febrero de 2007 el Tribunal Supremo fijó la pena final de tres años por ese mismo delito. Obviamente, para computar el tiempo de estancia en la cárcel había que tener en cuenta el que De Juana Chaos pasó en prisión preventiva por este caso. Pero, ¿cuándo se inicia el cómputo?
Para las instancias oficiales el cómputo se inicia en agosto de 2005, que es cuando De Juana Chaos tenía que haber quedado en libertad por las causas anteriores y cuando la Audiencia Nacional, para impedir la excarcelación, le imputa un delito por amenazas terroristas. Para el etarra no arrepentido y sus próximos en el abertzalismo, el cómputo se inicia cuando se decreta la prisión preventiva para De Juana para este nuevo caso, pese a que ya estaba en prisión cumpliendo la última parte de la condena anterior.
Efectivamente, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska consideró el 10 de enero de 2005 que las afirmaciones de Iñaki de Juana Chaos en dos cartas publicadas por el diario Gara no se limitan "al desarrollo de una mal entendida libertad de expresión" y muestran "su actual vinculación" con ETA. Así lo aseguraba Grande-Marlaska -entonces en el Juzgado Central de Instrucción número 1- en el auto en el que ordenaba el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de De Juana Chaos -quien ese mismo día había prestado declaración ante él- por los delitos de pertenencia a organización terrorista y amenazas terroristas. Algunos juristas sostienen que ése es el punto de inicio para el cómputo de la condena. De ser así, debería quedar libre en enero de 2008.
No es lo que quiere el Gobierno, por diferentes y obvias razones: si queda libre a principios de 2008 el escándalo le estallaría a este Gobierno en plena campaña electoral. Pero si lo hace en agosto… la campaña electoral ya habría pasado. Pero incluso en este segundo supuesto -que defienden otros juristas- queda el problema para el Ejecutivo de que De Juana habría cumplido en febrero dos tercios de condena y, por lo tanto, la petición –que en todo caso llegaría a Instituciones Penitenciarias- de acogerse a beneficios penitenciarios.
Siempre en el centro del huracán
Durante sus años de reclusión, De Juana Chaos ha venido recibiendo por una u otra razón la atención de los medios de comunicación. Por ejemplo, cuando preparó su evasión en helicóptero, junto con otros cuatro etarras, de la prisión de Herrera de la Mancha (2 de marzo de 1990), pero sobre todo se le recuerda por su constante falta de arrepentimiento.
En ese caso, el 9 de marzo de 1993, tras el atentado en Sevilla donde un comando de ETA asesinó al concejal Alberto Jiménez-Becerril y a su esposa Ascensión García, mostró su alegría escribiendo en una carta “Sus lloros son nuestras sonrisas y terminaremos a carcajada limpia”. El 6 de mayo de 1998, tras el asesinato por parte de ETA del concejal de UPN Tomás Caballero, le solicitó al director de la cárcel donde se encontraba recluido champán y langostinos para celebrarlo. Y aún más, en julio de 1992 remitió una carta al juez de vigilancia penitenciaria de Cádiz avisándole de que figuraba en las listas de ETA como "ejecutable".
Ante la nueva situación que estaba afrontando, Iñaki de Juana inició en agosto de 2006 -en pleno alto el fuego de ETA- una huelga de hambre de 63 días contra lo que consideraba una "cadena perpetua" por la aplicación de la doctrina Parot por parte de los jueces de la Audiencia Nacional y por la “invención de delitos” para procesar a ciudadanos presos una vez cumplida su condena –sus artículos en Gara-. Pero la huelga de hambre fue, en sus primeros momentos, un motivo de malestar tanto para ETA como para su entorno (la noticia de la huelga tardó 11 días en ser publicada en Gara), puesto que se llevaba a cabo en pleno alto el fuego. De Juana puso fin a su ‘ayuno voluntario’ a primeros de octubre.
Pero luego, cuando 6 de noviembre se conoció la sentencia de la Audiencia Nacional por el ‘caso Gara’ a doce años y siete meses por un delito de amenazas terroristas, inició otra huelga de hambre que le llevó el 24 de noviembre a la Unidad de Nutrición del Hospital 12 de Octubre de Madrid, con motivo de una más que titubeante política de la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo. Esa huelga de hambre sería realmente rocambolesca.
Luego vinieron otras acciones realmente extravagantes del sanguinario etarra, como su entrevista en el diario británico ‘The Times’ ilustrada por una imagen suya realmente patética que dio lugar a la aparición de numerosos fotomontajes jocosos, o la decisión del Ministerio de Interior, en marzo pasado, de concederle la prisión atenuada, lo que implicó su traslado a un hospital del País Vasco y su posterior reclusión en su domicilio particular. Tras serle concedida la prisión atenuada, De Juana abandonó la huelga de hambre.
Finalmente, en el pasado mes de junio recibió el alta hospitalaria y volvió a ser trasladado a la prisión de Aranjuez, donde deberá cumplir el tiempo de condena que le resta.
Si (
No(
