En busca de contrarrestar la influencia de Hugo Chávez en América Latina, comienza a perfilarse en la región una corriente de opinión de ex presidentes, entre ellos los ex mandatarios peruano, Alejandro Toledo, y mexicano Vicente Fox como impulsores.
La información fue difunida por la agencia de noticias France Press y da cuenta del incipiente "movimiento" en el que participan los ex presidentes: el mexicano Vicente Fox, el chileno Ricardo Lagos, el brasileño Fernando Enrique Cardoso y el peruano Alejandro Toledo.
"La única forma de detener" a Chávez, ubicado por Toledo como el mayor de los populistas de la región, es "no dándole un terreno fértil para el populismo, reduciendo la pobreza, reduciendo la desigualdad y con inclusión social", consideró.
Toledo y Fox acordaron el 12 de septiembre pasado en México "trabajar en sus respectivos países a favor de la democracia y establecer lazos y canales de comunicación que fortalezcan y aviven la esperanza de la armonía y la paz en Latinoamérica", de acuerdo con un comunicado del
"Centro Fox".
Las declaraciones de Toledo, que se dedica a dar conferencias en América Latina sobre la relación entre pobreza y democracia, se suman a la cruzada anti-Chávez que se organizó en México en junio pasado, cuando Fox se reunió con el ex presidente del gobierno español José María Aznar.
"Las buenas ideas dieron como resultado a Felipe Calderón (presidente de México), las malas a Hugo Chávez", dijo Aznar, durante una cena en la sede del gobernante Partido Acción Nacional (PAN) en la que llamó a México a jugar un papel de liderazgo en América Latina.
La cruzada en México es motorizada con más fuerza por el presidente del PAN, Manuel Espino, quien lleva la voz más agresiva contra Chávez e incluso la emprendió contra el Partido Demócrata Cristiano (PDC) chileno, lo que provocó la molestia de su presidenta, la ex canciller Soledad Alvear.
Espino, líder del ala más derechista del PAN y titular de la Organización Demócrata Cristiana (ODCA), dijo en una entrevista con el diario chileno Mercurio que el PDC "debe definir si sigue o no en una Concertación de izquierda", según publicaron medios mexicanos.
Sin embargo, el ex presidente de la Concertación chilena, Ricardo Lagos, mantiene buenos vínculos con Fox que se remontan a sus respectivos mandatos.
Fox (2000-2006) recibió un simbólico espaldarazo de Lagos durante una visita a México en diciembre de 2005.
Un mes antes, en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata (Argentina), Fox y Chávez se trenzaron en una fuerte polémica sobre el proyecto de Acuerdo de Libre Comercio para las Americas (ALCA), impulsado por Estados Unidos.
Esas fricciones, que se extendieron hasta la campaña electoral de las presidenciales del 2006, fueron alimentadas también por Espino, y el caso redujo las relaciones bilaterales a nivel de encargados de negocios.
Sin embargo, Calderón, sucesor y correligionario de Fox en el PAN, impulsó un cambio en las relaciones con Venezuela y Cuba, que se expresaron en el nombramiento de los respectivos embajadores.
Los gobiernos de México y Venezuela insisten en haber superado la etapa de fricciones, aunque todavía no hay señales sobre un próximo encuentro entre Chávez y Calderón.
Sin embargo, pese a la mejoría de los vínculos bilaterales, la corriente derechista del gobernante PAN, encabezada por el influyente Espino, insiste en su cruzada antichavista.
"Entre lo espinoso (por Espino) y la Espinosa, yo prefiero lo que dice la señora canciller (de México, Patricia Espinosa) que ha dado señales de altura", declaró el nuevo embajador de Venezuela, Roy Charderton.
El diplomático, ex canciller de su país, definió el inicio de la "nueva etapa" en la relación de Venezuela con México, tras presentar sus cartas credenciales al presidente Calderón la semana pasada.
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