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Félix Fuentes

En la Línea

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Por Félix Fuentes

 

LAS QUEMAS DE DROGAS DEBEN SER CERTIFICADAS

 

Noviembre 8-07 Hagamos cruces  para que sean incinerados a la brevedad los 23 mil 562 kilos de cocaína localizados en el Puerto de Manzanillo junto con los 11 mil 500 kilos decomisados en Altamira, Tamaulipas. Según versiones salidas del hampa, autoridades federales devuelven al narcotráfico las drogas capturadas y queman talco u otros polvos para simular la destrucción de las mismas.

 

Es mayúscula la tentación por negociar el polvo maligno debido a su elevada cotización en  Estados Unidos, donde el kilo cuesta 25 mil dólares. O sea, ambos decomisos significan más de 876 millones de dólares.

 

Según informes de la PGR, el embarque descubierto en Manzanillo a bordo del barco “Esmeralda” y procedente de Colombia estaba dirigido al Cártel de Sinaloa, comandado por el “Chapo” Guzmán y el de Tamaulipas correspondía al Cártel del Golfo.

 

Ambos volúmenes revelan la magnitud del contrabando de estupefacientes hacia México y EU, por mar y vía aérea. Según cálculos de autoridades estadounidenses, las capturas no llegan al 20% del total exportado por Colombia, Bolivia y Perú.

 

En aquellas naciones es más redituable cultivar el árbol de coca que sembrar maíz, fríjol y otros cereales. Igual sucede en nuestro país mediante las siembras de marihuana y amapola, derivándose de ésta la heroína.

 

La policía antinarcóticos y la armada de Colombia aseguraron que el buque “Esmeralda” no partió de su país, como se informó en México. “Es casi imposible que el barco haya salido de Buenaventura con todo ese cargamento, porque ese puerto ahorita es uno de los más controlados” indicó una fuente policíaca.

 

Suponen en aquella nación que la nave fue cargada en aguas internacionales mediante traslados realizados en lanchas “go fast”. ¿Y nadie de la marina colombiana advierte los movimientos de esa clase de lanchas?

 

Durante dos décadas, a partir de cuando se intensificaron los envíos de cocaína a América del Norte, no se ha sabido que los órganos policíacos de países suramericanos se preocupen por detener a quienes la producen y menos a  responsables del tráfico aéreo y marítimo. Es el supernegocio, que auspician tantos millones de viciosos.

 

En el decomiso de Manzanillo, la información fue proporcionada por episodios e incluso se dijo que todavía no son revisados otros “cointernes” que también contienen paquetes de cocaína, los cuales están camuflados con jabones de tocador.

 

Ese manejo ha causado sospechas porque, se entiende, el cargamento del barco “Esmeralda” debió ser revisado de una vez, hasta precisar los contenidos del estupefaciente. ¿O cual es el propósito de hacerlo por partes?

 

Agentes de la DEA consideran que las quemas de drogas sean certificadas por expertos calificados y hechas en público para evitar su retorno al narcotráfico, dado que algunos o todos los cuerpos policíacos los ha penetrado el hampa.

 

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