A partir de la entrada en vigor del nuevo modelo de financiación, el sostenimiento económico de la Iglesia Católica en España pasa a depender,
"única y exclusivamente", de los católicos y de quienes
"valoran" la labor que ésta desarrolla.
El nuevo sistema de asignación tributaria elimina la dotación presupuestaria por parte del Estado y se incrementa el coeficiente de la renta del 0,52% al 0,7% de la cuota integra de los contribuyentes que decidan, voluntariamente, asignar a la Iglesia Católica dicho porcentaje. Además, se suprime la exención del IVA.
Por ello, sus fuentes principales de financiación serán las aportaciones periódicas y donaciones que realicen los fieles y el 0,7% de la cuota íntegra de los contribuyentes que marquen en su declaración de IRPF la casilla correspondiente.
La Iglesia Católica cuenta en España con 23.000 parroquias; 900 monasterios de clausura; numerosas órdenes y congregaciones; 13.000 cofradías, hermandades y fundaciones; más de un centenar de centros hospitalarios; 128 ambulatorios y dispensarios; 876 casas para ancianos, enfermos crónicos, inválidos y minusválidos; cerca de 1.250 orfanatos y centros para la tutela de la infancia.
Además, sostiene 365 centros especiales de educación o reeducación social; 144 centros de caridad y sociales y 300 consultorios y centros para la defensa de la vida y la familia.