A Kirchner no le gustó nada que Redrado hablara de la inflación

El presidente argentino, Néstor Kirchner, exigió al titular del Banco Central, Martín Redrado, que aclarara los comentarios sobre su "profunda" preocupación por la subida de los precios al consumidor, que despertaron numerosas críticas de la oposición, indicó hoy la prensa local.

Fuentes oficiales aseguran que al gobierno "no" le cayó nada bien las declaraciones de Redrado, producidas en medio de la polémica que atraviesa el Ejecutivo en torno a la inflación y en momentos de plena campaña política con vistas a las elecciones presidenciales del 28 de octubre próximo.

Incluso, portavoces gubernamentales afirmaron al diario La Nación que Kirchner, "enfurecido", ordenó este viernes llamar por teléfono a Redrado para que aclarara su discurso del pasado jueves, en Londres, cuando sostuvo que "el Banco Central está preocupado, profundamente preocupado, por el actual nivel de inflación".

Las fuentes dijeron también que después de los comentarios del titular de la entidad, el mandatario se reunió con el jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández, para analizar las declaraciones, realizadas ante un centenar de inversores y operadores financieros en una conferencia organizada por la revista especializada Euromoney.
Horas más tarde, Redrado buscó matizar sus dichos al sostener que "todos los presidentes de bancos centrales del mundo están preocupados por la inflación", mientras que el jefe de Gabinete consideró en declaraciones radiales que el índice de precios le "preocupa a todos los argentinos".

Esta es la primera vez que desde una autoridad oficial se reconoce preocupación por la evolución que han tomado los precios este año, algo que para el gobierno de Néstor Kirchner "está bajo control".

Según las cifras del Instituto de Estadística y Censos (Indec), la inflación acumuló en los primeros ocho meses del año un incremento del 5 por ciento y en la comparación entre agosto pasado e igual mes de 2006 el crecimiento fue del 8,7 por ciento.

Sin embargo, la fiabilidad de esos datos es fuertemente cuestionada por los cambios metodológicos introducidos en la medición de los precios por el gobierno y muchos economistas coinciden en que la inflación "real" es al menos el doble de lo que informa el ente oficial de estadísticas.

La "profunda" preocupación reconocida por Redrado despertó además numerosas críticas desde la oposición hacia la política que lleva adelante el gobierno en torno a la suba de los precios al consumidor local.

"Es urgente que el gobierno tome conciencia del riesgo que representa el crecimiento inflacionario y se olvide un poco de las elecciones y haga las cosas que tiene que hacer", manifestó a medios locales el ex ministro de Economía y candidato presidencial opositor Roberto Lavagna.

En este marco, el postulante de Una Nación Avanzada (UNA) protagonizó hoy frente a la sede central del Indec, en Buenos Aires, una suelta de globos que tendrán colocados "los precios reales de los productos de la canasta básica de alimentos".

Bajo el lema "Los precios por las nubes", la iniciativa busca simbolizar "el deterioro que día a día sufre la economía familiar", señala un comunicado de la agrupación.
Por su parte, la candidata presidencial opositora Elisa Carrió aseguró que lo que dijo Redrado es algo con lo que su fuerza política "viene insistiendo hace tiempo".

"Hay una inconsistencia de precios, salarios y política monetaria. Pareciera que el gobierno se despegó del problema de la inflación", sostuvo la dirigente de centroizquierda, candidata de la Coalición Cívica.

"La mejor solución es no volver a elegir a los que nos pusieron en esta situación", enfatizó, a tono, el también ex ministro de Economía Ricardo López Murphy, candidato a la presidencia de la agrupación Recrear.

Las repercusiones también llegaron desde el propio oficialismo, de la mano del candidato a vicepresidente y gobernador de la provincia de Mendoza, Julio Cobos, quien reconoció que "hay que recomponer ese instituto", en alusión al Indec.