…y, pese a todo, ZP está eufórico

Eufórico. Así han  visto al presidente sus entusiastas de Rodiezmo, donde suele comenzar el curso político, y algunas de las últimas personas que han hablado con él. En las entrevistas periodísticas vemos a un ZP pletórico, confiado, con encuestas en el bolsillo que le hablan de que está en buen momento. Ya ha empezado a sacar otros conejos de la chistera, tras el pago de 2.500 euros por cada niño que nazca: dice que aumentará las pensiones hasta en un 60 por ciento --¿esto sí lo habrá consultado con Pedro Solbes? En todo caso, es un buen anuncio, qué duda cabe--. Y vienen otras iniciativas interesantes, dice, porque la etapa preelectoral tiene esto de bueno: que se hacen muchas promesas y que luego, habitualmente, hay que cumplirlas. 

Me da la impresión de que ahora está aflorando el verdadero Zapatero: el que se siente con el ‘maillot’ amarillo, que ya se sabe que da alas. Minimiza las posibilidades de la oposición y se burla de esa (falsa) polémica sobre la sustitución de Rajoy; la verdad es que lo están poniendo bastante fácil, al menos en este cuarto de hora. Y él sale algo sobrado.

A mí me parece que debería exhibir mayor cautela que la que está mostrando en mítines, entrevistas cómodas en algún periódico y en algunas de sus actuaciones a toda marcha. Hay peligros rondado en el horizonte; este domingo, sin ir más lejos, el retorno de muchos automovilistas se vio traumado por aprensiones de posibles acciones de ETA, que ahora sí que parece incontrolada, a pesar de las detenciones ciertamente importantes que nos anuncia Pérez Rubalcaba. 

 Claro que muy en otro plano hay que situar otra posible ‘bomba’ política, la de un veredicto adverso a la constitucionalidad del Estatut catalán por parte del Tribunal Constitucional. Claro que sobre esto le preguntan poco sus entrevistadores y nada el público entusiasta que acude, bajo el sol de justicia, a Rodiezmo. Yo he tratado de saber algo sobre la cuestión, y todo lo que emana del Gobierno es la “seguridad” de que el veredicto del alto tribunal no tendrá lugar antes de las elecciones. Y después…después ya veremos la forma de pagar los platos rotos.

Veremos si el Zapatero bronceado que presume en los periódicos de sus acciones de pesca y de su buena forma física –esas fotografías de Doñana…¿no recuerdan un poco al Aznar obsesionado por mantener un tipo fibroso y delgado?-- aguanta el tirón de los casi siete meses que quedan hasta las elecciones. La precampaña, que ya se ha abierto, promete ser tremenda. Y la oposición no siempre va a estar como ahora, situada en el valle. Lo interesante, lo realmente interesante para quienes observamos, sin más, la política, llega ahora, junto con la depresión por el regreso vacacional. Consolémonos: no nos vamos a aburrir.